7 técnicas que la Ideología de Género utiliza

La lucha por los derechos de la mujer une a la inmensa mayoría de la población de occidente. Este artículo no refiere a esta perspectiva, sino a otra que pretende imponer una visión radical y utiliza estrategias que es bueno identificar y conocer.

  1. La ideología de género reconoce una única motivación social: el poder

En La Tabla Rasa, el psicólogo evolutivo, científico cognitivo y lingüista, Steven Pinker identifica tres premisas que sostiene el feminismo de género:

  • Las diferencias entre hombres y mujeres no tienen nada que ver con la biología, sino que están completamente construidas socialmente.
  • Los seres humanos poseen una única motivación social —el poder—.
  • Las interacciones humanas [surgen] de las motivaciones de los grupos que tratan con otros grupos, en este caso el sexo masculino que domina al sexo femenino.
  1. La Ideología de Género se impone aplicando estrategias de Marketing de Guerrilla

La Ideología de Género nos brinda también un excelente ejemplo del Marketing de Guerrilla popularizado por Jay Conrad Levinson. El mismo se caracteriza por movimientos rápidos, de la mano de aliados más o menos coyunturales: en este caso el laicismo, sectores políticos y organismos internacionales, que dependen de lo político y por lo tanto necesitan apoyo popular y movilización. Los movimientos de género y el laicismo radical tienen en común su oposición conceptual la Iglesia Católica. Un enemigo común permite aumentar la capacidad de movilización necesaria para ganar terreno, en el campo jurídico nacional e internacional.

En lo jurídico, su avance necesita proyectos que estén listos para ser aprobados en el momento oportuno. Luego de una gran manifestación, aparecen de la noche a la mañana los votos necesarios para aprobar leyes y decretos de escasa aceptación por la mayoría de la población. Tonemos por ejemplo que, según publica Agencia EFE, la coordinadora de ONU Mujeres en Chile, María Inés Salamanca, expresa: «A partir de la ola feminista el actual Gobierno anunció que piensa llevar a cabo 12 medidas legislativas».

  1. La Ideología de Género se impone aplicando distintas formas de violencia

A nadie sorprenden noticias del tipo: …veintena de universidades de Santiago y otras ciudades, además de colegios secundarios e institutos profesionales permanecen ocupados (EFE jun 2018). O: El autodenominado Comando Feminista Informal de Acción Antiautoritaria Coatlicue se atribuyó el ataque con material explosivo en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ocurrido el pasado martes.

Cuando la estrategia lo requiere, las acciones de los movimientos de género suelen ser acompañadas de medidas de fuerza. Quien los enfrente, encontrará un enemigo de temer. Lo políticamente correcto impone atribuir estas acciones a grupos minoritarios. Posiblemente las más efectivas de sus acciones violentas están en el campo de las comunicaciones, destruyendo y etiquetando al que se atreve a pensar afuera de sus preceptos. El título de “homofóbico” hace las veces de una letra escarlata que no admite defensa: el que pretende defender al acusado con esta etiqueta, automáticamente se “contagia”.

A modo de ejemplo, transcribimos parte de los descargos frente a las agresiones que debió enfrentar Oscar E. Gastélum, participante del blog de Juristas de la Universidad Nacional de México, al desafiar la ideología de género (https://www.juristasunam.com/24358-2/24358):

Pero volviendo al texto que publiqué la semana pasada, no sé si celebrar o lamentar el hecho de que, fuera de las descalificaciones, la condescendencia y las crueles críticas en contra (…) nadie haya tratado siquiera de rebatir mis argumentos.

  1. Las mismas fuentes de la Ideología de Género juzgan con distinta medida a los católicos que a los musulmanes

Para tomar un ejemplo, nos focalizaremos en “La Pluma Violeta”, la revista digital sobre género editada por estudiantes de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla.

Resulta interesante encontrar la Iglesia Católica es nombrada en decenas de ocasiones en el marco de análisis teológicos e históricos parcializados. Algunas citas pueden ser ilustrativas de la visión que atraviesa, sin excepción, las publicaciones:

… la Iglesia vio la oportunidad de ensuciar la reputación de Emilie Claeys y denostar así el socialismo. (Edición 2017, pag. 238, EMILIE CLAEYS: PIONERA DEL MOVIMIENTO FEMINISTA BELGA)

A lo largo de la Historia, la Iglesia se ha encargado de degradar la figura de la mujer a través de la aplicación de argumentos teológicos y doctrinales… (Edición 2017, pag. 270, RELATOS MISÓGINOS EN LA RELIGIÓN CATÓLICA)

En este sentido, se hace necesario discernir entre la verdadera vida y obra de Jesús de Nazaret y la que la Iglesia trata de promover para defender sus intereses… (Edición 2017, pag. 275, RELATOS MISÓGINOS EN LA RELIGIÓN CATÓLICA)

…siendo la mujer la principal diana hacia donde iban y a día de hoy, en menor medida, van lanzados los dardos morales cristianos. (Edición 2017, pag. 275, LA FUERTE INFLUENCIA DE LA IGLESIA CATÓLICA SOBRE LA MUJER DEL SIGLO XX)

…el problema de la religión católica no es otro que su poca conciencia de la sociedad en la que vivimos … (Edición 2017, pag. 486, SACERDOTISA)

La Iglesia Católica tiene un problemazo con sus mujeres. Digamos que sus varones, sus patriarcas, tienen un señor problema, una señora problema (…) Tienen un problema gordo con las mujeres, con Hidelgarda, con Santa Teresa. (Edición 2018, pag. 26-27, HABLAMOS DE ESPIRITUALIDAD FEMINISTA CON ALICIA MURILLO)

Distinto es el tratamiento que recibe la religión musulmana en estas publicaciones. Parecería no haber interés en defender a mujeres que, en el siglo XXI, en algunos casos carecen de todo derecho y en otros los ven severamente cercenados. A diferencia del análisis de lo católico, aquí la postura es abierta a las diferencias de tiempo y cultura:

Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, que no son más que algunas entre muchas más posibilidades, resulta complejo posicionarse de un lado u otro en la discusión. (Edición 2017, pag. 389, MUJERES VELADAS EN OCCIDENTE: DEL VELO FÍSICO DE ORIENTE AL VELO IDEOLÓGICO OCCIDENTAL)

  1. La Ideología de Género se impone desde los organismos internacionales

Movimientos feministas han señalado que el último informe de la Relatora Especial en la esfera de los derechos culturales de la ONU Karima Bennoune, presentado ante la Asamblea General el 25 de octubre de 2017, es una pieza clave en su lucha. En su introducción dice:

…Existen elementos comunes a todas las violaciones fundamentalistas y extremistas de los derechos culturales, que afectan de manera especialmente grave a los derechos culturales de las mujeres.

Más adelante, el informe incluye en este grupo a:

…la presión que ejercen la Iglesia Católica y los movimientos evangélicos en las organizaciones de mujeres de América Latina que luchan por la salud y los derechos reproductivos. 

El documento concluye dando a los Estados más de 30 recomendaciones para que tomen acciones, muchas de las cuales seguramente veremos implementadas en nuestros países, y que traen de su mano el riesgo de la persecución religiosa.

Por otra parte la Cepal aplica una Matriz de Análisis para la Identificación de políticas justas de Igualdad de Género, que evalúa en términos generales aspectos por todos compartidos. Los problemas vienen cuando encontramos, entre las leyes que son objeto de preocupación del Observatorio de Igualdad de Género, las leyes sobre aborto. En la página web de la Cepal el Ministerio de Desarrollo Social de Uruguay publica una “Estrategia Nacional para la Igualdad de Género 2030”, la cual tiene entre otros objetivos:

  • Promover que desde el sistema educativo se valore la dimensión placentera en la vida sexual y se fomente el auto y mutuo cuidado.
  • Garantizar la atención integral a las personas trans, mediante el acceso a tratamientos hormonales y de reasignación de sexo para quienes lo decidan.
  • Garantizar el acceso efectivo a la interrupción voluntaria del embarazo en todo el territorio nacional, con servicios de calidad.
  • Promover la modificación del marco normativo para eliminar el aborto como figura delictiva en todas sus formas.
  1. La Ideología de Género ha elegido como enemigo político a la Iglesia Católica por una razón de estrategia

Según Carl Schmitt, a quien la Filosofía Política le debe el haber clarificado en términos precisos el concepto de enemigo político: La diferenciación específicamente política, con la cual se pueden relacionar los actos y las motivaciones políticas, es la diferenciación entre el amigo y el enemigo.

Siguiendo este autor, mientras más alto sea el grado de enemistad política (es decir de antagonismo) con una institución global, se llegará más alto en la arena política. Podemos ver este interés en el ataque sistemático a la Iglesia Católica, sin que ello signifique necesariamente que se la odie. No es enemistad personal, sino existencial.

La Iglesia Católica cumpliría para la Ideología de Género con dos condiciones necesarias al enemigo según Schmitt: es visible y tangible. Pero tiene también una condición que según este autor es ideal para el enemigo político: es universal e imposible de derrotar. Según Schmitt, quienes buscan este tipo de enemigos, no tienen por aspiración destruirlo, sino que su objetivo es evitar la confrontación concreta y sacar partido de una batalla imaginaria: mientras exista la Iglesia Católica, la lucha feminista radical estaría justificada. Smith decía que este tipo de luchas permite justificar y prolongar el ejercicio del poder.

  1. La Ideología de Género se impone a través del lenguaje y la narrativa

Contra toda lógica gramatical, decir por ejemplo “niños y niñas” en lugar de usar el plural inclusivo terminado en “os”, se ha impuesto. Pero más aún, estudiantes, tanto universitarios como secundarios, ya comienzan a utilizar en su lenguaje las palabras «compañeres», «todes», «elles» y «nosotres». Además, no es extraño observar en redes sociales gente que escribe con «x» o «@» para evitar usar el género masculino cuando se quiere referir a ambos sexos. Muchos se ríen y se sienten inmunes a tales tendencias. Pero ha habido y seguirán habiendo intentos de revisar la Constitución de la Real Academia Española para adecuarla al lenguaje inclusivo; y la ola sigue ganando terreno al sentido común de la mayoría.

Racionalmente “Ideología” es el término es correcto en su aplicación para referirnos al conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento del movimiento cultural y político que impone una visión de los sexos independiente de la biología. Sin embargo hasta la ONU, según transcribimos en este informe, busca imponer la no utilización del término. Similar análisis podríamos hacer con otras expresiones, tales como: “interrupción del embarazo” o “matrimonio igualitario”.

La activista feminista uruguaya Lilián Abracinskas, en La Diaria de Montevideo del 12/10/2018, bajo el título “Investigarán a grupos antiderechos en Uruguay”, habla de que la ONG Mujer y Salud en Uruguay se propone estudiar cómo están “desembarcando” en América Latina estos grupos que reaccionan contra …la agenda de derechos sexuales y reproductivos…, y que en la región tendrían vínculos …con empresarios ultraconservadores o neoliberales y con partidos de ultraderecha… y actúan, entre otras vías, …por intermedio de la institucionalidad de la iglesia católica... Al respecto, afirma:

…el estudio dialogará con una investigación del mismo tenor que se hizo en Europa (…) que rastreó de dónde proviene el concepto de ideología de género y por qué se acuñó…

Si no supiéramos que Schmitt escribió a comienzos del S XX podríamos decir que está analizando el artículo transcripto de Abracinskas, cuando dice:

 … todos los conceptos, ideas y palabras políticas poseen un sentido polémico; tienen a la vista una rivalidad concreta; están ligadas a una situación concreta cuya última consecuencia es un agrupamiento del tipo amigo-enemigo…

Lamentablemente, es de esperar que veamos un aumento en la presión y censura destinada a que las personas hablen, aun contra su parecer, en forma funcional a la Ideología de Género. Por eso es necesario estar informados, y preparados.

Ilustración de portada: <a href=’https://pngtree.com/’>Graphics from pngtree.com</a>

7 cosas feminismo versión completa

Fuentes:

http://dle.rae.es/srv/fetch?id=Ku9K9F3
http://www.elmundo.es/cultura/literatura/2018/07/12/5b47092c268e3e86428b45b8.html
http://undocs.org/es/A/72/155
https://www.efe.com/efe/cono-sur/sociedad/el-movimiento-feminista-chileno-lidera-la-lucha-en-region-segun-onu-mujeres/50000760-3656432
https://oig.cepal.org/sites/default/files/uruguay_estrategia_nacional_para_la_igualdad_de_genero_2030.pdf
http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/cdmx/2017/07/26/grupo-feminista-se-atribuye-ataque-contra-sede-del-episcopado
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/agendainternacional/article/viewFile/7232/7435
https://ladiaria.com.uy/articulo/2018/10/investigaran-a-grupos-antiderechos-en-uruguay/
https://medium.com/@Carnaina/el-g%C3%A9nero-en-disputa-el-feminismo-de-g%C3%A9nero-y-la-pizarra-en-blanco-8ec7ff1e1d96
https://www.juristasunam.com/24358-2/24358
Ries, Al, and Jack Trout. La guerra del marketing, McGraw-Hill Interamericana, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/ucusp/detail.action?docID=3191820.
EL CONCEPTO DE LO POLÍTICO Texto de 1932 con un Prólogo y tres Corolarios de Carl Schmitt Traducido de la edición de 1963 por Dénes Martos
La Pluma Violeta. Revista de Género y Crítica de la Universidad Pablo de Olavide. Marzo 2018
La Pluma Violeta. Revista de Género y Crítica de la  Universidad Pablo de Olavide. Marzo 2017
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Galileo Galilei por la Comedia Nacional

Bullying a la Iglesia Católica

Con gran despliegue escenográfico la Comedia Nacional puso en escena en la capital de Uruguay la obra Galileo Galilei, del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, escrita entre los años 1938 y 1939.

Todas las obras de Brecht están ligadas a su postura ideológica marxista. Entendía que el teatro podría contribuir a modelar al mundo según la cosmovisión que él promovía. Ergo, cuando alguien concurre como espectador al teatro en circunstancias como esta, sabe de antemano qué debería encontrar. No obstante, esta nueva versión montevideana agregó un llamativo ingrediente adicional que solo puede categorizarse en la expresión del título del artículo. Un ingrediente ejercido con inverosímil intolerancia o falta de respeto por la diversidad de pensamiento.

Si habrán corrido ríos de tinta acerca de la historia de Galileo, considerado uno de los científicos más emblemáticos de la historia, y el enfrentamiento que tuvo con la iglesia católica. Galileo se ha convertido en el paradigma de la iluminación, la libertad de pensamiento y el avance científico, susceptible de ser esgrimido para causas ideológicas de actualidad, desde el aborto al matrimonio homosexual, pasando por cualquier otra bandera de la nueva agenda de derechos. Un conflicto donde, de más está aclararlo, en el rincón del oscurantismo encontramos a la Iglesia Católica. Brecht lo recrea para la ficción incorporando anacronismos marxistas en diálogos y situaciones que tuvieron lugar en el 1600, algo válido en clave de licencia artística.

La Comedia Nacional acomete este clásico también a partir de una postura ideológica definida. Desde el relativismo propio de nuestra época, la idea de que alguien pueda tener la “Verdad” es inaceptable; por lo tanto, muchas de las frases icónicas del texto original debieron someterse a la inquisición de este nuevo dogma. Consecuentemente, la duda pasa a ocupar el centro de la escena. Nada de heroísmo, nada de trascendencia.

Vayamos a los hechos históricos. Es una creencia aceptada que la Iglesia Católica persiguió a Galileo por pretender desacreditar la teoría geocéntrica del universo (esto es, que la Tierra era el centro del universo), postulando en su lugar la heliocéntrica que hoy todos sabemos es la cierta. Pero, ¿cuál es la verdad del caso Galileo? Aunque parezca de perogrullo, no está de más comenzar explicando que la Iglesia no aborrece ni condena a la ciencia, sino todo lo contrario. En tiempos de Galileo, los jesuitas contaban con un equipo muy respetable de astrónomos instalado en Roma. Muchos científicos notables a lo largo de la historia recibieron el apoyo y la subvención de la Iglesia como institución. Son innumerables los avances científicos que se deben a investigaciones financiadas por la Iglesia, incluso llevadas adelante por sacerdotes y religiosos.

La postura anticatólica se ha valido del caso Galileo para ejemplificar las actitudes supuestamente retrógradas de la Iglesia. En este esfuerzo, se omite información crucial para comprender el episodio histórico en su cabalidad. Por ejemplo, no se aclara que la posición geocéntrica era la hegemónica de la comunidad científica de la época. De hecho, Copérnico se abstuvo de publicar su teoría heliocéntrica, no por miedo a la censura eclesiástica, sino de ser ridiculizado por sus colegas.

Mucha gente, también erróneamente, cree que Galileo proporcionó pruebas de su teoría. No fue así. La evidencia disponible en el momento solo probaba que las estrellas permanecían fijas en relación a la Tierra, mientras que el sol, la luna y los planetas se movían. Por otra parte, el juicio no habría tenido lugar si Galileo se hubiera limitado a sostener su teoría como tal. Los problemas comenzaron cuando, a pesar de las advertencias de sus amigos, se empecinó en abandonar el campo de la ciencia para trasladar el debate al ámbito teológico.

Galileo tampoco se retractó de sus afirmaciones bajo tortura, ni luego de una larga e inhumana prisión; eso lo deja claro el texto de Brecht. Sirve aclararlo de todos modos, porque en el imaginario colectivo persiste la fantasía contraria. Sufrió sí prisión domiciliaria en los últimos años de su vida, rodeado de comodidades, en una agradable casa de campo. La condena de Galileo estuvo entonces determinada por una serie de circunstancias históricas puntuales. Con la perspectiva que brinda tener a la vista “el diario del lunes”, la propia Iglesia Católica ha admitido que la misma fue un error.

Pero, nobleza obliga, es justo har que fue bueno que la Iglesia no se apresurara a abrazar todas las teorías esgrimidas por Galileo como ciertas. La evolución científica ha demostrado que muchas de estas no lo eran. Galileo creía que el sol era el centro de todo el universo, y no solo del sistema solar. Sostenía que este astro estaba inmóvil, y hoy sabemos que se mueve. Afirmaba que las mareas eran producto de la rotación de la Tierra en torno al sol, cuando tienen relación con la fuerza gravitacional de la luna. Defendió enfáticamente que las órbitas de los planetas eran circulares y no elípticas. Postuló que los cometas eran simples ilusiones ópticas…

En la lucha contra el oscurantismo eclesial, el protagonista de Galileo Galilei nos dice que las teorías “creídas durante mil años están en completa decadencia”. Desde entonces han transcurrido cuatrocientos años, la teoría heliocéntrica quedó probada, y este hecho no desencadenó la debacle a la interna de la fe católica, ni la desaparición de la Iglesia que la obra augura. Bueno, ya era evidente que no la había desencadenado cuando Brecht escribió su Galileo.

Pasemos ahora al segundo tema: el bullying a los católicos que hace esta particular puesta en escena montevideana. Algunos dirán que la visión cuestionadora de la Iglesia estaba omnipresente en Brecht, y es verdad. Pero una cosa es el cuestionamiento, y otra la agresión injusta e inmotivada. Partamos de lo elemental: lo que ocurrió entre Galileo y la Iglesia tuvo lugar hace cuatrocientos años; sin embargo el ataque visceral en la versión actual fue a todos y cada uno de los católicos que acudieron a las funciones. Confieso que en algún momento consideré la posibilidad de retirarme del teatro por esta razón, aunque para ser honesta debo confesar que ya me habían motivado a eso lo mal que se escuchaban los parlamentos desde la tercera fila, las mediocres actuaciones y la extensión imperdonable sin el alivio de un entreacto. No lo hice porque había pagado la entrada, y porque con mis impuestos, junto a muchos otros católicos uruguayos, subvenciono a la Comedia Nacional.

No son los que voy a enunciar los únicos posibles, pero quiero resumir este punto en cuatro ejemplos. El primero y más light: la adaptación de los textos incluye frases ofensivas que no están en el original de Brecht.

El segundo: sataniza desde lo visual la figura del Cardenal Inquisidor, del cual Brecht solo aclara en las didascalias que se trata de “un clérigo de gran estatura”. En esta puesta, siempre aparece con actitud ominosa, banda sonora de marcha fúnebre, un gorro que le dibuja cuernos, totalmente vestido de rojo, iluminado con un foco rojo que lo acompaña a su paso. Todo lo cual no deja de ser irónico y revelador, cuando se debió recurrir a una estética propia de la cosmovisión cristiana para categorizar a este personaje.

En tercer lugar está el tratamiento de la famosa escena 12, donde el Papa Urbano VIII va, según indicaciones escritas de Brecht, “siendo vestido durante la audiencia” que sostiene con el Inquisidor. Cualquier lector interpretará que para que esta escena sea efectiva —la intención es convertir a un hombre, mediante los atributos, en una figura de poder—, no es necesario partir de la base de un actor totalmente desnudo a quien colocarle los ornamentos. Sin embargo, muchas producciones de Galileo han elegido presentarlo sin ropas, lo cual en este caso no representa una innovación. Sí se innova en otros detalles que no necesitan interpretación: este “Papa” de la versión de la Comedia Nacional 2017 tiene tatuajes de alas en la espalda, fuma displicentemente un cigarrillo mientras se viste con lentitud, enfundándose unos muy ajustados pantalones brillantes y colocándose a modo de mitra una corona de plumas más adecuada al vestuario de una vedette.

Pero el bullying más directo viene de la mano de unos “grotescos” payasos con taparrabos que hostigan al público mientras entonan consignas anticatólicas al ritmo de una canción de las que se cantan en la misa: “Vienen con alegría… porque se olvidan la inquisición”. Lo de “grotescos” no va por mi cuenta: tomé el calificativo de varios comentarios de espectadores publicados en cartelera.com. Pocas veces he asistido a un despliegue tan impune y gratuito de agresividad, intolerancia y abuso de poder. Lo más interesante desde el punto de vista si se quiere antropológico, es ver en acción la proyección perceptiva en una propuesta que grita “acá la duda se permite” mientras avasalla cualquier posible opinión alternativa.

Cerremos el círculo con una reflexión final: el invento se vuelve contra el inventor. Dice Galileo, el personaje: “Ningún hombre puede contemplar indefinidamente como yo dejo caer una piedra y digo: la piedra no cae”. “El padre de la autoridad es el tiempo”, agrega en otra instancia. Afortunadamente esto es cierto. El tiempo, que ha visto caer los fundamentos de la ideología que inspiró a Brecht, es testigo de que el marco metafísico del catolicismo medieval hizo que la ciencia moderna fuera posible. La insistencia en la racionalidad de Dios y la Creación, por Santo Tomás de Aquino y otros pensadores católicos, abrió el camino a quienes siguieron después, incluido Galileo. A medida que avanza el conocimiento científico, más nos acercamos a los misterios ontológicos de la fe cristiana.

Sin dudas este Galileo Galilei es una gran producción, montada con altos costos a partir de una subvención. Implicó un esfuerzo económico desmedido para un espectáculo que estuvo en cartel apenas dos meses, con tres funciones semanales. Dejemos en suspenso cuestionarnos si valió la pena el gasto. Pensemos en cómo el valor alegórico de la obra de arte trasciende las intenciones autorales, y las de las puestas en escena. Porque el mensaje que nos grita alto y fuerte el texto de Brecht es que las doctrinas decadentes, por más que tengan pretensiones totalitarias, por más que hoy parezcan hegemónicas, por más que quieran callarnos, están condenadas a desaparecer.

Laura Álvarez Goyoaga

La búsqueda disfuncional de la felicidad

Mad Men muestra el lado trágico del materialismo

Mad Men es una serie de televisión estadounidense, perteneciente al género de drama de época, creada por Matthew Weiner. Se estrenó en el 2007, fue producida por Lionsgate, y duró siete temporadas, hasta el 2015. Está situada en los años 60, en la ficticia agencia de publicidad Sterling Cooper de la Avenida Madison, en Nueva York. El término mad men procede del argot de la década de 1950, cuando los publicistas que trabajaban en Madison Avenue lo usaban para referirse a sí mismos; y encierra un juego de palabras, alusivo a la “locura” de quienes trabajan en un rubro tan fascinante como peligroso. Don Draper (Jon Hamm), director creativo, es el protagonista de la historia, si bien la trama gira en torno al negocio de las agencias de publicidad, y el desarrollo de quienes con él interactúan, en la vida personal y profesional. No importan tanto los hechos puntuales, sino la complejidad psicológica de los personajes y los lazos que los unen o separan.

La serie ha recibido la aclamación de la crítica, sobre todo por su excelente recreación de época que envuelve al espectador como una cápsula de tiempo, su estilo visual, su diseño de vestuario, la impecable actuación del elenco, el cuidado guión y la magistral dirección. Todo ello la llevó a ganar quince premios Emmy y cuatro Globos de Oro. No en vano se la ha caracterizado como una de las mejores series de todos los tiempos, adjudicándole la categoría de verdadero arte.

Como decíamos antes, el hilo argumental incluye la presentación del negocio de las agencias, así como la vida privada de los personajes. Capítulo a capítulo, presenta hechos históricos relevantes del período, con su impacto social, y describe también costumbres caracterizantes de la década. Una época que pasó a la memoria como era de prosperidad, fermental, creativa. En la serie, sin embargo, los glamorosos años 60 se revelan también con su lado trágico, en los que la vida es un juego donde se compite en hermética soledad, y la felicidad un mito imposible de alcanzar.

Tal sesgo permite extrapolar, apenas explícito, casi por descarte, un leit motiv de impronta católica. Hay una cosmovisión omnipresente que le da a la serie más credibilidad y textura. En lo que es casi un estudio de caso sobre la condición humana, Mad Men narra la historia de un grupo de personas que desesperadamente buscan realizarse por caminos disfuncionales, con el ejemplo paradigmático de Don Draper. Como alto ejecutivo de la firma, exitoso en lo económico, disfruta sin límites de todos los placeres a su alcance. Es una especie de amo de su universo, poderoso, exitoso, apuesto, admirado. Lo tiene todo… y a la vez no tiene nada, salvo el enorme vacío espiritual que contamina su vida. Es un náufrago que arrastra la corriente. Si alguien quiere saber a qué conduce un estilo de vida superficial, materialista, secularista, ahí tiene a Don Draper para servirle de ejemplo.

En un ámbito donde la infidelidad y los excesos son moneda corriente, claramente Don no está cómodo con sus infidelidades, y no por miedo a ser descubierto por su esposa, sino porque en lo más profundo de sí mismo reconoce que hay algo vergonzoso en ello. Es como si cada uno de los episodios tuviera varias capas, y a medida que se las va retirando, aparecen reflexiones interesantes ajustadas a la visión católica.

Ese dilema planteado es lo que hace que valga la pena ver Mad Men: porque el desarrollo de la trama revela que en realidad se trata de un falso dilema, y que en la vida no es necesario elegir entre ser buenos o divertirse. La historia de los personajes retrata dramáticamente la deshonestidad y el dolor que subyacen a esa vida aparentemente perfecta de la diversión como fin último. Y deja abierto el camino a otras alternativas posibles para alcanzar la auténtica felicidad.

Laura Álvarez Goyoaga

Las teorías y la manipulación cultural

La etiqueta “teoría” es utilizada con mucha frecuencia hoy en todas las posibles herramientas de comunicación. Asociada a ámbitos académicos, se la define en el diccionario de la RAE, en sus diferentes acepciones, recurriendo a términos como “conocimiento especulativo”, “serie de las leyes que sirven para relacionar” e “hipótesis” aplicadas. En resumen, refiere a un conjunto de ideas, con cierta organización compleja y sistemática, que permiten explicar algo en base a la observación, la experiencia o el razonamiento.

Vinculados al término “teoría” en estudios humanísticos aparecen varios nombres de autores, como Derrida, Foucault o Althusser a vía de ejemplo, cuyas obras tienen impacto más allá de su campo original de producción. La teoría, podría decirse en un primer nivel, genera efectos en la forma de pensar de sus receptores voluntarios: aquellos que se acercan al texto de un autor dentro de un campo de estudio en particular, y comparten las conclusiones de sus reflexiones. Dando un paso más, podría ampliarse esta afirmación diciendo que la teoría bien puede utilizarse para manipular la forma de pensar de terceros receptores involuntarios, que desconocen el marco teórico desde el cual les llegan ideas procesadas, con vocación de ser impuestas para generar consensos.

El 15 de noviembre de 1977, quien luego sería el Papa Benedicto XVI escribía que no existe un reporte de noticias “puramente objetivo”. Todos los datos que recibimos por los diferentes canales de información, están filtrados a través de una mente que selecciona qué es lo importante y cómo debe presentarse. Allí está la “teoría” en acción, y no hay nada malo en escuchar voces con diferentes enfoques teóricos; pero algo no está funcionando como debería si no somos capaces de percibir que detrás de toda la información disponible hay teóricos e ideologías que pretenden vendernos o imponernos sus opiniones.

Se dice que el efecto más importante de la “teoría” es que pone en duda el “sentido común”. Jonathan Culler, en su Breve introducción a la teoría literaria, afirma que la teoría “intenta demostrar que lo que damos por seguro como de ‘sentido común’ es, de hecho, una construcción histórica, una teoría particular que ha llegado a parecernos tan natural que ya ni siquiera la percibimos como teoría”.

Culler ilustra lo que él llama las “jugadas de la teoría” con el ejemplo  de la crítica a la “hipótesis represiva” planteada por el historiador de las ideas Michel Foucault en su libro La historia de la sexualidad. Dicha hipótesis parte de la base del lugar común de que el sexo es algo que en épocas anteriores fue reprimido, y la modernidad ha luchado por liberar. Este pensador plantea en cambio que, lejos de ser algo históricamente reprimido, el sexo aparece en el siglo XIX como una categoría surgida de agrupar, a partir de los discursos de médicos, científicos, novelistas, entre otros, varias cosas diferentes: distinciones biológicas, ciertos actos llamados “sexuales”, partes del cuerpo, reacciones psicológicas, construcciones sociales. Se creó así un concepto, el “sexo”, que se convirtió en el secreto de la identidad última del individuo. Ilustra el ejemplo con la creación del homosexual como especie: en él se pasa de actos que se ejecutan por alguien, a una cuestión de identidad. Antes había actos homosexuales que el individuo podía realizar; ahora se trata de una esencia que determina el ser auténtico del individuo: “es” un homosexual.

La jugada de la teoría aludida es la hipótesis de Foucault de que la supuesta oposición entre la sexualidad y el poder que la reprime, en realidad oculta una complicidad: el individuo cree que se resiste al poder al defender el sexo, y sin embargo está haciéndole el juego al poder, que está omnipresente en todas partes. Para ilustrarlo con otro ejemplo, también tenemos como constructo de discursos la situación que define a la mujer como alguien que se realizará cumpliendo con los estereotipos de su género.

El desarrollo teórico de Foucault no pretende decirnos qué es el sexo en verdad, sino investigar la genealogía de ese concepto: cómo fue creado. Ofrece solo un esquema conceptual genérico para pensar sobre los discursos en general, pero detona derivaciones prácticas marcadas. De hecho, puesta en práctica, esta teoría ha sido muy funcional para las reivindicaciones de los impulsores de la ideología de género, y sus explicaciones de cómo la sociedad patriarcal ha modelado estereotipos, aceptados como naturales y evidentes, pero que son en realidad productos culturales.

Cuando hablamos de teoría, no nos referimos a certezas, sino a cosas que perfectamente podrían ser de otra manera. La teoría es analítica, especulativa, disruptiva. No es algo que se pueda llegar a dominar, y aunque Culler dice que nos “invita a desear la excelencia”, sin embargo parece presa de sus propios límites. Porque por su naturaleza lleva a deshacer todo conocimiento previo, y puede tener efectos impredecibles. Entre ellos, exponer al receptor no crítico a la manipulación.

Una vez más, la teoría no aporta certezas, y eso es algo que tenemos que tener muy claro. No existen los reportes de noticias puramente objetivos, y las teorías no se esgrimen despojadas de intenciones. En los vericuetos de cualquier intento de manipulación cultural a que estemos expuestos, solo la prudencia y la sabiduría son guías confiables. En ese camino debemos posicionarnos una y otra vez, sabiendo que no será fácil recorrerlo, pero tampoco vanos nuestros esfuerzos sinceros de acercarnos a la verdad.

Laura Álvarez Goyoaga

Consenso moral

Cuando hablamos de “consenso” pensamos en un acuerdo entre los miembros de una sociedad, en referencia a principios, valores y normas, a partir de la existencia de creencias compartidas.

En su artículo titulado What Do We Agree On? El profesor David Carlin recuerda que hace tiempo atrás era una creencia asumida que la coherencia social exigía profesar una religión común. Esta fe compartida garantizaba el consenso moral necesario para que las distintas comunidades alcanzaran la convivencia pacífica y fructífera dentro de la sociedad. No obstante ello, las sucesivas guerras por motivos de fe que en particular sacudieron a Europa, determinaron la convicción de que la uniformidad impuesta no siempre funcionaba bien, y allí se sentaron las bases de la libertad religiosa. Fue un proceso lento y gradual, al cabo del cual tanto América como Europa concluyeron que la sociedad bien podía permanecer unida sin necesidad del consenso en dicho ámbito.

Esa ausencia de consenso religioso formal, no implicaba que de hecho no estuviera presente uno informal. Sin la opción de imponerse con el respaldo de la fuerza del Estado, ni resultar obligatorio por ley, en buena parte del siglo XX fue el factor aglutinante de Occidente el sustrato judeo-cristiano, pautado por todos los factores de acuerdo sólido entre quienes profesaban distintas creencias pero coincidían en un núcleo duro común. Sin embargo, a partir de la segunda mitad de tal siglo, este acuerdo colectivo informal comenzó a resquebrajarse, y profundas divisiones se tornaron visibles dentro de la sociedad.

¿Es posible cohesionar un entramado social si no existe un acuerdo base en función de valores compartidos? Al respecto, Carlin cita el pensamiento del filósofo católico francés Jacques Maritain (1882-1973), según el cual, donde el consenso religioso resulta imposible, siempre puede alcanzarse un consenso moral, con apoyo en la “ley natural”, aplicable a todos los seres humanos por ser inherente a su condición de tales, sean creyentes, ateos o cualquier categoría intermedia.

Lo cierto es que las sociedades actuales presentan una característica que las diferencia de modelos históricos anteriores, vinculada a la exigencia de tolerancia, valoración y respeto de posiciones y creencias diversas. Para convivir en una sociedad plural, se vuelve un imperativo la necesidad de alcanzar consensos que impliquen armonizar distintos aspectos; desde éticas mínimas de convivencia hasta ideales de vida.

La idea del consenso moral basado en la ley natural como sustituto perfecto del consenso religioso aparece como una alternativa atractiva. Lamentablemente, en la práctica, se ha mostrado como una meta demasiado ambiciosa. No existe en Occidente hoy un consenso moral en muchos temas clave, como el aborto, el matrimonio y adopción entre parejas homosexuales, o la eutanasia, por citar solo algunos.

Afectan a nuestras sociedades severas divisiones en cuestiones de moralidad, y las diferencias parecen destinadas a agravarse. El individualismo, la centralidad del “yo”, el relativismo arraigado, conspiran en su favor. Los mismos sectores que reclaman tolerancia para sus prácticas o creencias, son los primeros en amordazar a aquellos cuyas creencias se oponen a las suyas. Pensemos, a vía de ejemplo, en las exigencias a legislar limitaciones a la objeción de consciencia que los partidarios del aborto legal promueven como parte de su plataforma. Pensemos también, dentro de Uruguay, en la “pérdida de códigos” que se señala como un factor determinante en la escalada de violencia delictiva.

¿Hacia dónde vamos? ¿Qué panorama podemos vislumbrar en el horizonte? Ante un poco probable eventual resurgimiento de consensos morales o religiosos; y una menos alentadora perspectiva donde lo único que cohesione el tejido social sean reglas mínimas de ética económica, queda planteado el irrenunciable espacio para la reflexión y la acción donde se juega nuestro futuro. La prescindencia no es aquí una opción válida.

7 Cosas que no quieren que veamos

Puedes acceder a un resumen en el link: 7 cosas que no quieren que veamos

El 14 de agosto de 2018 el mundo occidental se vio sacudido por una bomba informativa originada en los Estados Unidos. Al decir de Los Ángeles Times: Un mordaz informe del gran jurado divulgado el 14 de agosto, revela acusaciones contra más de 300 sacerdotes por décadas de abusos sexuales en diversas diócesis de Pensilvania, incluido Allentown. (…) El gran jurado de todo el estado trabajó dos años en lo que podría ser la investigación más exhaustiva sobre la iglesia, abordada por un estado. La requisa cubrió denuncias en las diócesis de Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton, que colectivamente representan a más de 1,7 millones de católicos.

Desde entonces, el informe del Gran Jurado ha sido sometido a análisis de todo tipo por parte de importantes medios de prensa, incluyendo algunos editorialistas presumiblemente bien informados. Sin embargo, ninguno se detuvo en los siete puntos que analizaremos a continuación.

Tratamos de aportarte aquí, con sentido común y a partir de fuentes oficiales y confiables, 7 puntos relevantes, que deberían tenerse presente desde cualquier visión objetiva.

  1. Cualquiera sea nuestra opinión o simpatía sobre la institución Iglesia Católica, es un hecho objetivo que en estos casos está del lado de las víctimas

Nadie puede ignorar que el Papa Francisco y sus antecesores Juan Pablo II y  Benedicto XVI están del lado de las víctimas. Aplicaron a los victimarios los calificativos de suciedad, soberbia, autosuficiencia y traición.

Benedicto XVI dispuso medidas que ya demostraron ser eficaces para su prevención y de ser posible, reparación.

Por su parte, el Papa Francisco en su carta a los católicos del mundo vuelve a ser claro para católicos y no católicos. Un editorial del Tampa Bay Times describe así sus palabras: El Papa Francisco respondió con una carta abierta a los católicos del mundo, llamando con razón a la conducta de los sacerdotes «crímenes» que «infligen profundas heridas de dolor e impotencia». E hizo una importante observación sobre cómo manejará este asunto en el futuro, y escribió que «no se debe escatimar esfuerzos para crear una cultura capaz de evitar que sucedan tales situaciones, sino también para evitar la posibilidad de que se encubran y perpetúen».

No pueden ignorarse las reacciones de la institución ante este informe. El 14 de agosto la Arquidiócesis de Pensilvania publicó en su página web una declaración de la Oficina Arquidiocesana para Asuntos de Protección de Niños y Jóvenes:

Reconocemos que la cobertura de noticias sobre abuso sexual, transcripciones de testimonios de víctimas y las conversaciones resultantes entre amigos, vecinos y familiares a menudo pueden ser traumáticas y provocar sentimientos de impotencia, enojo o desesperación por las víctimas, las parroquias y la comunidad. Este informe y su alcance pueden afectar profundamente a las víctimas y a nuestra comunidad en general. Queremos que todos los afectados sepan que no están solos: hay recursos gratuitos y confidenciales para las víctimas identificadas en el informe, para los feligreses que necesitan ayuda para procesar el informe, y para la comunidad en general que puede necesitar orientación para hablar el peaje emocional Nuestras agencias están disponibles para proporcionar medidas de apoyo que su comunidad pueda necesitar: asistencia para celebrar un diálogo sobre estas realidades difíciles, ayuda para localizar recursos escritos para la esperanza y la curación, validación por teléfono o conversación en persona de la comunidad. 

En términos institucionales, a partir de que tomó conciencia del problema la actitud de la Iglesia frente a estos escándalos ha sido la transparencia, siguiendo una tradición que viene desde sus orígenes. En el Nuevo Testamento pocos personajes son tan descritos en sus defectos como Pedro, antecesor de los Papas. Como en todos lados, hubo errores y omisiones que no modifican el lineamiento general.

No hay dudas que van a seguir explotando acusaciones a la Iglesia Católica por estos asuntos, lo que no quita el hecho de que, más allá de que criminales y traidores que existen en cualquier institución:

  • La doctrina de la Iglesia siempre condenó a abusadores y encubridores.
  • Hace muchos años que cuenta con un protocolo que explícitamente promueve las necesarias denuncias a la justicia.
  • No encontrarás a nadie en la Iglesia que justifique o promueva los abusos y el encubrimiento.
  1. ¿En qué consiste el informe del Gran Jurado de Pensilvania que acusa a cientos de sacerdotes de abusos sexuales?

Los grandes jurados no determinan la culpabilidad o la inocencia, solamente deciden si hay evidencias suficiente para iniciar un juicio.

Un abogado fiscal/procurador preside el gran jurado, en lugar de un juez.

Los grandes jurados se llevan a cabo sin los abogados de la defensa, y generalmente sin que participen los acusados involucrados.

Los procedimientos se realizan en secreto, para alentar a los testigos a que testifiquen libremente y para proteger la reputación del posible acusado.

En relación a este trabajo concreto, El Sociólogo PHD Bill Donohue, Presidente de la Liga Católica para los Derechos Civilies y Religiosos de los Estados Unidos expresa:

Es importante destacar que, en casi todos los casos, nunca se otorgó al acusado mencionado en el informe el derecho a refutar los cargos. Eso se debe a que el informe fue investigativo, no probatorio, aunque el resumen del informe sugiere que es autoritativo. Es manifiesto que no lo es.

El informe cubre acusaciones que se remontan a la Segunda Guerra Mundial. Casi todos los acusados están muertos o han sido expulsados del sacerdocio. Por ejemplo, en la Diócesis de Harrisburg, se nombran 71 personas: 42 están muertos y cuatro están desaparecidos. La mayoría de los que todavía están vivos ya no están en el ministerio.

Hay algunos casos que son tan viejos que no son creíbles. Considere el caso del padre Joseph M. Ganter. Nacido en 1892, fue acusado en 2008 por un hombre de 80 años de abusar de él en la década de 1930. Obviamente, todo esto no llevó a nada…

  1. ¿Es un informe imparcial?

Un informe imparcial explicita sus suposiciones y las sustenta con hechos.

En este caso se pone reiteradamente en duda la actitud de la Iglesia Católica frente a los casos de abuso, sin demostrar las afirmaciones o insinuaciones:

  • It appears that the church is now advising law enforcement of abuse reports more promptly (parece que la Iglesia ahora está aconsejando la aplicación de la ley frente a los informes de abuso, con mayor prontitud)
  • .. the full picture is not clear (la imagen completa no está clara)
  • Debemos tener presente además que el informe refiere a una situación del pasado, y admite: We recognize that much has changed over the last fifteen years (Reconocemos que muchas cosas han cambiado en los últimos 15 años)

El Sociólogo PHD Bill Donohue, Presidente de la Liga Católica para los Derechos Civiles y Religiosos concluye respecto del informe: El culpable debe pagar, no el inocente. Esto es una verdad básica que se está pisoteando hoy en día cuando se trata de evaluar la mala conducta de los sacerdotes, algo a lo que el informe del Gran Jurado de Pennsylvania ha contribuido poderosamente. (…)Esto es lo que está pasando. Hay muchos críticos crueles de la Iglesia Católica que desean debilitar su autoridad moral, y se aprovecharán de cualquier problema que tenga para desacreditar su voz. ¿Por qué? Porque odian sus enseñanzas sobre la sexualidad, el matrimonio y la familia.

  1. ¿Qué no descubrió este equipo de trabajo?

Nada nuevo en cuanto a la magnitud de los lamentables, horribles e incalificables hechos.

Los grandes jurados de Filadelfia en 2005 y 2011 examinaron las acusaciones contra más de 60 sacerdotes, y un alto funcionario diocesano fue acusado después de trasladar a curas agresores a nuevas parroquias. En Altoona-Johnstown, un gran jurado estatal en 2016 informó denuncias contra más de 50 sacerdotes.

La magnitud del problema ya se había descubierto en la infinidad de juicios en que esos casos fueron analizados uno a uno: dolorosos, horribles y condenables abusos y encubrimientos ocurridos casi en su totalidad en el siglo pasado, contra inocentes y contra la propia Iglesia.

Según la Liga Católica para los Derechos Civiles, tampoco descubrió 300 sacerdotes depredadores entre los más de 5.000 que sirvieron en Pensilvania en el período. El informe incluye en esa cifra a hermanos, diáconos y seminaristas, señalando además que aproximadamente la mitad no fue corroborada.

El cardenal Blase Cupich de Chicago analiza: «Los abusos contenidos en el informe del gran jurado de Pensilvania son, como usted sabe, espantosamente familiares», escribió. «Y si bien es cierto que la gran mayoría de los abusos contenidos en ese informe ocurrieron hace décadas, eso no es un consuelo para las víctimas, ni tampoco para ninguno de nosotros. No podemos decir esto lo suficiente: los abusos nunca debieron haber sucedido, y nadie debería haber actuado de manera que los haya permitido».

  1. ¿Qué descubrió este equipo de trabajo?

El informe confirma tres aspectos que no son prácticamente mencionados por ningún analista:

  • La presencia de este delito en el marco de la Iglesia Católica de Pensilvania en 70 años (aprox. 1 cada 1.700 fieles), siendo totalmente inaceptable, es sensiblemente menor que en el resto de la sociedad (según publica el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 7 niños han sido abusados sexualmente en los cuando alcanzan la edad adulta).
  • Hubo un antes y un después de que la Iglesia tomó conciencia del problema y adoptó las medidas correctivas: el informe trata casi todo el tiempo de casos anteriores al año 2002.
  • La inmensa mayoría de estas aberraciones están asociadas a prácticas homosexuales.
  1. La carrera electoral del Fiscal General

En los Estados Unidos se ha señalado que el fiscal general del Estado de Pensilvania Josh Shapiro, con varias actitudes entre las que se cuenta su larguísimo discurso de introducción, busca presentarse como el héroe en este caso.

Debe tenerse en cuenta que, a diferencia de nuestros jueces, el cargo de Fiscal General es electivo y Shapiro es considerado como un candidato viable para un cargo superior.

Tal cual lo muestra su  página web, la investigación del Gran Jurado  es un punto destacado en la construcción de la imagen electoral de Josh Saphiro.

La página de Catholic Leage ha publicado respecto de este informe: Entonces, si nadie puede ser procesado, y no hay investigación del clero de otras religiones, por no mencionar el abuso sexual generalizado de menores en las escuelas públicas, ¿por qué Shapiro preside el informe del gran jurado sobre los sacerdotes? No es exactamente difícil de entender: quiere pegarlo a la Iglesia Católica. El objetivo es obvio: la publicación de los informes más gráficos sobre el abuso sexual se está haciendo para avergonzar a la Iglesia. ¿Por qué? Por lo tanto, debilitará su autoridad moral. Eso es lo que Salace Shapiro quiere hacer.

  1. Los intereses que defiende el Fiscal General

Josh Sapphiro, es apoyado entre otros por la multinacional pro aborto Planned Parenthood y por Equality Pennsylvania,   dos instituciones claramente contrarias a la Iglesia Católica. Son tan importantes en su carrera política que figuran en la página web del candidato en los lugares noveno y décimo de una lista encabezada por el ex Presidente Barack Obama, por encima de Maestros, Enfermeras, Sindicatos.

Equality PA se presenta como la principal organización de la Commonwealth que promueve la igualdad y equidad para las personas y familias lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer (LGBTQ).

Fuentes:

http://w2.vatican.va/content/francesco/es/letters/2018/documents/papa-francesco_20180820_lettera-popolo-didio.html

http://www.latimes.com/espanol/eeuu/la-es-informe-del-gran-jurado-de-pensilvania-acusa-a-cientos-de-sacerdotes-de-abusar-sexualmente-de-mas-de-20180814-story.html

https://elpais.com/internacional/2018/08/15/estados_unidos/1534285596_678133.html

http://www.thetestimonyprojectdc.com/hechos-y-e/

https://share.america.gov/es/el-gran-jurado-en-estados-unidos-que-es/

https://equalitypa.org/

https://blogdelpadrefortea.blogspot.com/2018/08/mi-informe-sobre-el-informe-sobre-la.html?spref=fb

https://www.tampabay.com/opinion/editorials/Editorial-The-Catholic-Church-s-proper-response-to-Pennsylvania-scandal-_171054194

http://www.chicagotribune.com/news/local/breaking/ct-met-cupich-letter-sex-abuse-20180817-story.html

http://www.periodistadigital.com/religion/america/2018/08/19/religion-iglesia-america-eeuu-arzobispo-chicago-cardenal-cupich-pena-disgusto-indignacion-catalogo-horrores-abusos-pensilvania

Versión comprimida en diapos en el link Informe Pensylvania