De no ser por cámaras profesionales con capacidades RAW, el cambio radical de color en una filmación es algo casi inalcanzable para el usuario que lo desee, o al menos sin sustanciales pérdidas de calidad de imagen.
Los filtros removibles para cámaras de estilo DSLR, o Mirrorless están lejos de ser un secreto, siendo utilizados en gran medida en forma de filtros ND, o de Densidad Neutra, pero con otras clases de filtros; como filtros de colores, la historia es otra.
La utilización de filtros de colores, es algo que, si bien puede parecer muy simple, es de un uso muy esporádico, incluso en grandes producciones de Hollywood, reservados casi únicamente para géneros como el Terror o la Ciencia ficción.
Un filtro de color rojo, por ejemplo, puede ser utilizado de múltiples formas creativas para lograr imágenes únicas en una filmación; desde un mundo paralelo, a la guarida de un malvado antagonista, el tinte rojo en una imagen puede brindar gran cantidad de misterio y despertar un gran interés en el espectador.
En las fotos inferiores se puede comparar la calidad final de la imagen cuando se filma con un filtro y cuando se gradúa el color con software.
Lo mismo para los filtros azules por ejemplo, que pueden traer a un simple set de filmación, a un mundo bajo el mar, lleno de posibilidades a explorar.
Los filtros de colores para esta clase de cámaras pueden cambiar completamente la forma en que se aprecia una toma, y pueden convertir una simple locación en un mundo nuevo de posibilidades a explorar, dándole al espectador una perspectiva diferente, casi irreconocible de un mismo espacio.