Mons. Sanguinetti: Grano de Mostaza

Mons. Dr. Alberto Sanguinetti Montero es Obispo Emérito de Canelones, Uruguay, desde el 19 de marzo de 2021.

Uno de los pensadores más brillantes y desafiantes de Uruguay nos regala semanalmente audios de aproximadamente 10 minutos que se distribuyen por WhatsApp, por la página web https://amicus-sponsi.com/ y por el Canal YouTube amicus Sponsi Alberto Sanguinetti.

Compartimos a continuación el link a algunos Granos de Mostaza:

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En tiempos de coronavirus: cuidado y sentido de la vida

La Comisión Nacional de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal del Uruguay, invitó al cuidado y sentido de la vida en su convocatoria para celebrar el 25 de marzo pasado la Solemnidad de la Anunciación del Señor. Su mensaje se enmarca en el comienzo de la aplicación de medidas oficiales en relación al Coronavirus en Uruguay, y puso acento en los siguientes cuatro puntos, a la vez de que invitó a unirse a gestos y acciones concretas en este día:

  • El valor y el respeto por cada ser humano, creado por Dios.
  • El hombre salvado y elevado por el Hijo de Dios hecho hombre.
  • En tiempos de coronavirus: cuidado y sentido de la vida.
  • La mujer embarazada y su hijo.

Transcribimos el comunicado:

Comisión Nacional de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal del Uruguay 

25 DE MARZO – ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR – DIA DEL NIÑO POR NACER 

La Comisión Nacional de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal, previo al 25 de marzo, invita a todos a celebrar la Solemnidad de la Anunciación del Señor con una especial atención a la mujer embarazada y su hijo por nacer.

1. El valor y respeto por cada ser humano, creado por Dios

Junto con las declaraciones de la mayoría de los hombres y pueblos reconocemos el derecho a la vida de cada ser humano y su dignidad, que no es otorgada por ningún poder de este mundo.

Recordamos que el ser humano es la única creatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma (GS 24). Por ello cada hombre o mujer, pequeño, grande o anciano, es imagen de Dios y merece todo respeto y atención.

En esa imagen divina, el ser humano relacionado con los demás, es sobre todo, una relación hacia Dios.

2. El hombre salvado y elevado por el Hijo de Dios hecho hombre

Tal dignidad de todo hombre es ensalzada aún más por la Encarnación del Hijo de Dios. El Hijo, que existe antes del tiempo en el seno del Padre, Verbo y Sabiduría, por quien todo fue hecho, asume nuestra naturaleza humana, por nosotros y por nuestra salvación, para elevarnos a la condición de hijos adoptivos y conducirnos a su Padre.

3. En tiempos de coronavirus: cuidado y sentido de la vida

El valor de cada ser humano y su vida se pone de algún modo patente en esta epidemia de coronavirus que nos mueve a todos y cada uno a cuidar su vida y a cuidar la vida de los demás, especialmente los más vulnerables, comenzando por los ancianos.

Al mismo tiempo la epidemia es ocasión de una mirada total de la existencia, que incluye la muerte y el sentido de la vida, el juicio de Dios y la conversión, la muerte

 de Cristo y su resurrección. El Dios que nos llamó a la vida y nos hace responsables de cada ser humano, nos salva y llama a la conversión para la vida eterna.

 4. La mujer embarazada y su hijo

Sin duda que la situación más dependiente de la vida humana la tiene el niño en el vientre de su madre: su vida está en manos de ella y de los demás. Él es siempre el hijo de una madre que lo lleva en su seno y de un padre, de quienes tiene derecho a

 protección y amor. El deber de la sociedad es proteger ese niño y sostener a su madre, incluso en medio de diversas dificultades.

Hacemos un llamado a salvaguardar en todo momento al hijo que está en el vientre de su madre y a la madre que lo nutre. Ella también requiere protección para poder llevar a término el nacimiento de su hijo y su desarrollo futuro.

 5. Invitaciones concretas para este 25 de marzo

1o. En primer lugar hacemos un llamado general a rever nuestra cultura con respecto al derecho del Niño por nacer y esto nos ayude a formarnos en la protección y defensa de la madre embarazada y su hijo.

 2o. Invitamos a todos los cristianos, de diversas comunidades eclesiales, a unirnos en la oración del Padrenuestro, según el llamado del Papa: “invito junto a todos los cristianos de las varias confesiones, a invocar el Altísimo, Dios todopoderoso, recitando contemporáneamente el Padre Nuestro“.

3o. Los católicos tienen la posibilidad de unirse a la celebración de la Anunciación del Señor de diversas formas. Sugerimos se incluya también la intención: Por la mujer embarazada y su hijo, para que con amor y la solidaridad de todos, con el apoyo social, pueda cuidar al niño que lleva en su seno.

 4o. Sugerimos también el rezo del Ángelus a las 12, así como en la mañana y en la tarde, para invocar a la Madre de Dios; por todos los que luchan en esta epidemia, por los que cuidan la vida de los seres humanos de diferentes maneras, por los que sufren la pérdida de seres queridos, por los difuntos y particularmente por la mujer embarazada y su hijo y por todo niño por nacer.

Que Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, que por nuestra causa fue crucificado y venció el pecado y la muerte, y nos abre el camino hacia el Padre, Él que ha querido de alguna forma llevar en su carne a cada ser humano, nos acompañe en todo momento y nos regale también la compañía de María, su Madre, de San José y todos los santos,

El derecho a tener derechos

Hace pocos días, el futuro ministro del Interior de Uruguay Dr. Jorge Larrañaga, luego de una reunión con Pablo Bartol, designado ministro de Desarrollo Social (Mides), dijo: «Convenimos en que no es un derecho vivir en la calle, que hay que preservar la dignidad de esas personas y que tenemos que buscar soluciones».

Las expresiones del futuro ministro son sumamente significativas y reflejan un cambio fundamental en la visión del “derecho a tener derechos”, que es mucho más profunda y universal: ¿el derecho es a vivir en situación de calle, o a la dignidad y búsqueda de soluciones?

Ya en el siglo XVIII Louis de Bonald, pensador francés dijo, refiriéndose a la realidad de su tiempo: “determinadas personas están en la sociedad sin ser de la sociedad”. Tras la Segunda Guerra Mundial, la filósofa y escritora judía alemana Hannah Arendt, en su obra Los Orígenes del Totalitarismo identificaba a la ciudadanía como como condición necesaria para “tener derechos”.  

Derecho a tener Derechos es también el título de distintas publicaciones preocupadas en general por infancia y podemos rastrear muchísimos antecedentes de distintos tiempos, aún en normas internacionales refieren al tema con frases como las siguientes:

  • “Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.” (Declaración Universal de los Derechos Humanos, artículo 6)
  • “Toda persona tiene derecho a que se le reconozca en cualquier parte como sujeto de derechos y obligaciones, y a gozar de los derechos civiles fundamentales.” (Declaración Americana de los derechos y deberes del hombre, artículo XVIII)

“El derecho a tener derechos” es además el nombre de una experiencia de extensión universitaria acreditada y subsidiada por la Universidad Nacional de La Plata (Argentina),  en capacitación y promoción de derechos humanos y comunicación comunitaria destinada a referentes de organizaciones sociales que agregan intereses de los sectores desaventajados de barrios pobres.

Si vemos los antecedentes citados, es claro que vivir en la calle es una forma extrema de exclusión respecto de los derechos y deberes, que se contrapone con la dignidad ciudadana, por más que tengan documentos de identidad. Pero igual existen posiciones encontradas y muchos defienden que otros vivan en las calles de las grandes ciudades del mundo.

Con Sentido Común entendemos que detrás de las posiciones distintas, está el hecho de que nuestra civilización no ha querido generar consenso en los temas de fondo: el origen de los derechos y la dignidad humana. Benedicto XVI es una de las personalidades que más ha trabajado el tema en los últimos tiempos, por eso ofrecemos (con las limitaciones que ello tiene, una selección de 15 frases extraídas de la conferencia del Cardenal Tarcisio Bertone en España: «Los Derechos Humanos en el magisterio de Benedicto XVI». La mayoría de estas frases pertenecen al mismo Papa emérito o han sido inspiradas en su obra.

FRASES CITABLES

  1. En última instancia, los derechos humanos están fundados en Dios Creador, el cual dio a cada uno la inteligencia y la libertad. Si se prescinde de esta sólida base ética, los derechos humanos son frágiles porque carecen de fundamento sólido.
  2. La fuente de los derechos no es nunca un consenso humano, por notable que sea.
  3. No bastaría una interpretación positivista que redujera la justicia a legalidad, y entendiera así los derechos humanos como resultado exclusivo de medidas legislativas.
  4. La ley natural, inscrita por Dios en la conciencia humana, es un común denominador a todos los hombres y a todos los pueblos; es una guía universal que todos pueden conocer. Sobre esa base todos pueden entenderse.
  5. El reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables constituye el fundamento de la libertad, de la justicia y de la paz en el mundo.
  6. Los derechos humanos están “por encima” de la política y también por encima del “Estado-nación”.
  7. La justicia es el objeto y, por tanto, también la medida de toda política.
  8. La política es más que una simple técnica para determinar los ordenamientos públicos: su origen y su meta están precisamente en la justicia, y ésta es de naturaleza ética.
  9. No puede existir un orden social o estatal justo si no respeta la justicia, y la justicia sólo puede alcanzarse con un previo respeto a los Derechos Humanos y a la dignidad natural de cada hombre, de cada persona humana, con independencia de la fase de su vida en que se encuentre.
  10. La libertad no puede ser invocada para justificar ciertos excesos, que podrían llevar a una regresión en el concepto de ser humano, especialmente en cuestiones como la vida y la familia.
  11. Nunca podrá olvidarse que la familia es la fuente fecunda de la vida, el presupuesto primordial e irreemplazable de la felicidad individual de los esposos, de la formación de los hijos y del bienestar social, así como de la misma prosperidad material de la nación.
  12. El Estado debe apoyar con adecuadas políticas sociales todo lo que promueve la estabilidad y la unidad del matrimonio, la dignidad y la responsabilidad de los esposos, su derecho y su tarea insustituible de educadores de los hijos.
  13. Es urgente el compromiso de los cristianos de hacerse por doquier promotores de una cultura que reconozca a la mujer, en el derecho y en la realidad de los hechos, la dignidad que le compete.
  14. Los derechos humanos, cuya eficacia debe estar garantizada por brotar inmediatamente de la dignidad de la persona humana, son universales, inviolables e inmutables.
  15. El futuro de la humanidad no puede depender del simple compromiso político,” sino que debe ser consecuencia del reconocimiento de la dignidad de la persona humana, hombre y mujer, con el fin de crear las condiciones adecuadas, para una vida realizada en plenitud en la sociedad en la que vive.  

Fuentes:

Los hijos no somos propiedad de los padres, ¡menos del Estado!

Los hijos no somos propiedad de los padres, ¡menos del Estado! Tampoco somos propietarios de nuestro cuerpo. No somos cosas. Ser hijo, supone participar de un vínculo, fruto y origen de otros vínculos que respetados y armonizados, hacen posible el bien común, personal y social. Así se expresa Mons. Luis Argüello, Obispo auxiliar de Valladolid y Secretario general de la Conferencia Episcopal Española en medio de la polémica sobre el Pin Parental desatada en España.

Podemos testimoniar que hace 7 años sacamos a nuestro hijo menor de uno de los colegios con más tradición laica en Uruguay, cuando, ante nuestras consultas respecto de la educación sexual que estaban recibiendo, se nos respondió que no correspondía contestarnos. Y téngase en cuenta que entre las actividades didácticas sobre las que preguntamos había una en la que nuestro hijo se había sentido ofendido cuando le preguntaron (en edad escolar) si preferían ser homosexual o heterosexual y por qué. En otra actividad, los niños moldeaban juntos con plasticina los genitales del otro sexo. Por supuesto que los docentes estaban recibiendo premios múltiples por sus adelantos pedagógicos a espaldas de muchos padres. De este tema, en general los padres no conversábamos porque no sabíamos qué estaba ocurriendo. Otra madre nos dijo que su hijo había venido a plantearle, que a raíz de las clases de educación sexual, había entendido que era necesario que todos los chicos tuvieran a una experiencia homosexual, porque era “algo que había que hacer”.

Estamos entonces ante un tema global, que trasciende derechas e izquierdas. Desgraciadamente se ha politizado en España y en esto momentos el “pin parental” es centro de un polémica que trasciende la madre patria.

Según nos explica Ogla San Martín en El Mundo de España, el pin parental es una herramienta que está en medio de la polémica en ese país y que permite a los padres vetar contenidos en las aulas. Puede encontrarse el artículo completo en el link.

¿QUÉ ES EL PIN PARENTAL?

El pin parental, tal y como lo plantea Vox, es una solicitud escrita que va a dirigida a los directores de los centros educativos en la que los padres piden que les informen previamente, a través de una autorización expresa, sobre cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones sobre la identidad de género, el feminismo o la diversidad LGTBI, de tal forma que los progenitores puedan dar su consentimiento para que su hijo asista o no.

El artículo aclara: Este partido considera que estos contenidos pueden ser «intrusivos» para la «conciencia» y la «intimidad» de los menores.

¿FUNCIONA YA EL PIN PARENTAL EN ALGUNA COMUNIDAD AUTÓNOMA?

Desde el pasado mes de septiembre, está implantado en Murcia. En agosto, la Consejería de Educación, del PP, dictó una resolución con las instrucciones de comienzo de curso 2019/2020 en las que se establece que «se dará conocimiento a las familias» al comienzo de curso de «las actividades complementarias de las programaciones docentes que forman parte de la propuesta curricular» y son impartidas por personal ajeno al centro educativo «con objeto de que puedan manifestar su conformidad o disconformidad con la participación de sus hijos menores en dichas actividades».

Esta resolución, según explican en la Consejería, fue uno de los requisitos para que Vox apoyara la investidura del PP. Ahora ha servido para alcanzar un acuerdo, con Ciudadanos, para cerrar los presupuestos de la región. La condición que había puesto la formación de Santiago Abascal es que la resolución adquiriera rango de decreto, además de que se creara un documento oficial y estandarizado para que todos los centros educativos tengan el mismo documento que se mandará a las familias. Al final, se ha llegado a un término medio: Cs respalda que haya una autorización previa expresa de las familias «en base a los preceptos consagrados en la Constitución». Este partido, de forma paralela, ha anunciado que va a recurrir las instrucciones de Murcia porque las ve «ilegales».

(…) ¿CUÁL ES LA POSTURA DEL GOBIERNO CENTRAL?

Pedro Sánchez e Isabel Celaá han anunciado que lo combatirán con firmeza. En el Consejo de Ministros, Celaá ha llegado a decir que «los hijos no pertenencen a los padres». Para empezar, el Ministerio de Educación va a llevar a los tribunales las instrucciones de Murcia, por considerarlas una especie de «censura previa» para las actividades de los colegios que «socava» el derecho de los alumnos a la educación y «censura la actuación de los centros docentes y su profesorado».

¿QUÉ ARGUMENTOS JURÍDICOS APORTA?

Su razonamiento es que el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales no pueden estar por encima del derecho de los niños a recibir una educación, recogido en el artículo 27 de la Constitución y en los artículos 1, 78, 84.3 y 124.2 de la Ley de Educación y en sintonía con la Convención sobre los Derechos del Niño, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Memorándum de la CE contra el Racismo y la Intolerancia.

Sostiene, por otro lado, que los profesores y los directores son los que tienen «autonomía pedagógica» y «la competencia para diseñar las actividades complementarias que crean convenientes y dar así cumplimiento a lo establecido a los currículos correspondientes». Si no, la educación sería «a la carta», en función de las preferencias de los padres.

Añade, además, que el pin va en contra de la Ley de Violencia de Género y de las leyes autonómicas LGTBI, que expresamente dicen que se tiene que dar formación en los colegios sobre este tipo de contenidos.

¿QUÉ ALEGAN LOS DEFENSORES DEL PIN PARENTAL?

El PP dice que estos contenidos son «adoctrinadores» y debe haber alguna forma de evitarlos pues se atenta contra la libertad ideológica de los menores. «Al igual que hay un sector de la izquierda está en contra de que se les enseñe Religión a sus hijos, en la derecha están en contra de perder el control de la educación de los menores. Hay conflicto de intereses entre los padres que quieren que sus hijos se eduquen correctamente y los profesores que tienen la obligación de enseñar, pero sin traspasar la línea roja del adoctrinamiento», sostienen fuentes de la Inspección.

La clave del asunto va a ser, por un lado, determinar si estos contenidos perjudican o no a los niños y, por otro, delimitar si las charlas son extracurriculares o no. El PP sostiene que son contenidos extracurriculares y el Gobierno dice que, por el contrario, se trata de «actividades complementarias programadas por los centros educativos, que además son evaluables»; es decir, dentro del currículo. La Ley de Educación deja claro que todos los alumnos deben participar en estas actividades complementarias. Si el juez determina que estas actividades, como cuando un policía o un bombero visita el colegio y da una charla, no afectan al contenido de la programación, los padres podrían sacar a sus hijos de esas materias.

¿PUEDEN APELAR LOS PADRES A LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA PARA USAR EL PIN PARENTAL?

La objeción de conciencia la contempla el ordenamiento jurídico para casos muy concretos, según las fuentes consultadas, y no parece que sea éste el caso. En 2009, el Tribunal Supremo determinó que no se podía objetar a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que tenía contenidos parecidos a los que se ponen en cuestión ahora. Es por eso por lo que Vox se ha inventado el nombre de pin parental y no habla de objeción de conciencia….

Qué bueno sería si esta discusión se hiciera prescindiendo de las banderas políticas y pensando en los derechos de humanos de niños, padres y de los hijos de nuestros hijos. Porque el sentido común no se opone a que los niños tengan la necesaria y sana educación sexual, se opone a la manipulación que ideológica usa a los niños para imponer su particular estilo de vida, que violenta la conciencia, el derecho y el deber de los padres de proteger a sus hijos.

Fuentes:

https://www.elmundo.es/espana/2020/01/20/5e257c8ffc6c83085c8b458a.html

@MonsArguello

Globos de Oro 2020: la gala en que el humor habló en serio

Los Globos de Oro son desde hace muchos años un escenario para que los actores difundan sus ideas políticas. Quizás por eso no es fácil encontrar en las coberturas de los Globos de Oro 2020 los discursos del cómico Ricky Gervais o del protagonista de El Guasón, Joaquin Phoenix.

Este año hubo cosas realmente interesantes, como lo refleja la nota de Areajunes firmada por David Cruz García bajo el título: “El discurso de Ricky Gervais en los Globos de Oro 2020 que dejó a todos con la boca abierta». Compartimos parte de la misma:

…¿Cómo despedirse a lo grande? Con un discurso aún más polémico que ha tratado temas como el terrorismo o la doble moral de Apple y su serie estrella, «The Morning Show». El comediante no se inmutó pese a la reacción de algunos de los presentes, e incluso en redes sociales fue aplaudido y denostado a partes iguales.

«Es la última vez que seré presentador de estos premios, así que ya no me importa. Bromeo, es algo que nunca me importó. Vamos a reírnos a costa vuestra. Recuerden, son solo chistes, todos vamos a morirnos pronto», comenzó apuntando directamente a los nominados y miembros de la industria audiovisual presentes en el recinto. Eso sí, hubo un momento que destacó sobre el resto de chistes que pronunció Gervais: el dardo a Apple.

En efecto, al final de su monólogo de presentación, el cómico británico cambió el tono de su discurso: lo que había sido una sucesión de bromas sobre películas, actores y el mundo del cine tomó un giro de reflexión. Apelando a un sentido del humor inglés, y precediendo con una frase desafiante: “Es la última vez, ¿a quién le importa?”, el discurso de Gervais prosiguió de la siguiente manera:

«Apple se lanzó al juego de televisión con The Morning Show, un excelente drama sobre la importancia de la dignidad y hacer lo correcto, realizado por una compañía que dirige talleres de explotación en China. Bueno, dices que has despertado, pero las compañías para las que trabajas en China son increíbles. Apple, Amazon, Disney. Si ISIS iniciara una plataforma de steraming, ustedes llamarían enseguida a su agente, ¿no es así?

Entonces, si ganas un premio esta noche, no lo uses como plataforma para hacer un discurso político. No estás en posición de dar una conferencia al público sobre nada. No sabes nada del mundo real. La mayoría de ustedes pasó menos tiempo en la escuela que Greta Thunberg.

Entonces, si ganas, sube, acepta tu pequeño premio, agradece a tu agente y a tu Dios y vete a la mierda, ¿de acuerdo? Ya son tres horas de duración. Bien, hagamos el primer premio.«

Las expresiones en los rostros de los que se sintieron aludidos por este discurso dieron lugar a los más célebres memes resultantes de la noche, y fueron prueba de que la amonestación no cayó en saco roto.

Momentos y memes de una nueva gala de cine marcada por la política

Cuando los comentarios no son políticamente correctos, lo mejor es que pasen desapercibidos: Ricky Gervais podría sentir con todo derecho esa sensación si leyera el artículo publicado por Tendencias, bajo el título “Globos de Oro 2020: los mejores momentos (y memes) de una gala marcada por el cambio climático y la política”:

En efecto, como no hay peor sordo que el que no quiere oír, el desafiante mensaje de humor de Ricky Gervais en esta gala mereció solamente el siguiente resumen: «Presentada por Ricky Gervais, que ha mantenido un tono de humor constante en el que no ha faltado hasta una mención a Baby Yoda, ha comenzado con un divertido monólogo que ha hecho reír no solo a las estrellas de las mesas sino a todos los que lo disfrutábamos en casa.» Sorprende que nada se diga sobre el contenido de su monólogo que fue bastante más que divertido.

Sin embargo, esta nota prestó atención a la reivindicación feminista en dos episodios destacados. Uno de ellos fue titulado como “El detalle de la alfombra roja de The Crown”: Olivia Colman y Claire Foy lucieron en la alfombra roja un anillo y un pin muy especial, uno que reivindicaba una mayor paridad en el sector cinematográfico, sobre todo en lo que representa a las actrices.

Otro episodio en la misma línea mereció el título de “El feminismo de manos de Michelle Williams” y fue descrito de esta forma: “No podría haber hecho esto sin el derecho que tiene ahora la mujer de elegir”. La actriz daba el discurso más feminista y lo cerraba con una petición: «Mujeres, id a votar pensando en vuestros intereses. Es lo que llevan haciendo los hombres toda la vida». En definitiva, asistimos a una apología del aborto: lo que Williams dijo fue que debía su carrera al haber podido abortar. Y lo más triste, fue que lo dijo estando hoy embarazada.

También el cambio climático, tuvo su espacio con el título “El discurso de Russell Crowe en boca de Jennifer Aniston”: Reese Witherspoon y Jennifer Aniston juntas presentando el premio a Mejor actor de comedia ha sido el primero de muchos impactos que la gala nos daría. Después, Mejor actor de miniserie para Russell Crowe y Jennifer Aniston dando el mensaje del actor, que no ha podido asistir por estar en Australia ayudando en los incendios que asolan el país. “El problema es el cambio climático”, eran las palabras que Crowe decía en boca de Aniston, “y tenemos que hacer algo ya”. Hasta Jennifer aplaudía sus propias palabras.

La reivindicación gay también tuvo su lugar de privilegio con el título: “El maravilloso discurso de Kate McKinnon: A caballo entre lo divertido y lo emotivo, la actriz y cómica daba las gracias a Ellen Degeneres, una mujer que le hizo creer que “ser gay no era un impedimento para ser una estrella”. Un ejemplo a seguir que ha triunfado no solo por su mensaje, sino por su increíble sentido del humor.

Tampoco podía faltar la reivindicación anti-Trump, con el título de “La siempre reivindicativa Patricia Arquette”: Nunca defrauda. Los discursos de la actriz siempre dan qué hablar y en esta gala no podía ser de otra manera. Mencionando los terribles incendios de Australia, Patricia Arquette habló de un país al borde de una guerra y de una necesidad: quitar a Trump en las próximas elecciones.

Ya no tan popular, la familia tuvo su lugar, aunque la información en el artículo que estamos comentando fue la titulada como “La confesión de Charlize Therón”:  La actriz sudafricana nos regaló una divertida confesión: Tom Hanks fue su crush de juventud en 1, 2, 3 splash! El momento elegido fue la presentación del premio homenaje que se llevó el actor, y entre lágrimas, la actriz le agradecía todo lo que había hecho por ella. Sin embargo, para otros lo realmente trascendente de esta parte de la ceremonia fue la reivindicación, una vez más, de una institución que sigue tan vigente como el primer día:  «Por su parte, Tom Hanks dió uno de los discursos más emotivos que se centró en la familia y en lo que ésta significa para él, un soporte y una herramienta imprescindible para su éxito. Y que terminó con los mejores consejos para los jóvenes de manos de un gran actor que se emocionaba al recordar su trayectoria.«

La ironía de actor del El Guasón frente a lo políticamente correcto:

Pasando ahora a la cobertura de Gabriele Bruney en Esquire, titulada “Una nota de Joaquin Phoenix sorprendió a la audiencia de los Globos de Oro con un discurso censurado para TV”, encontramos el discurso de la categoría Mejor Actor, por parte del protagonista de El Guasón, quien fue interrumpido regularmente por generosos pitidos en la transmisión televisiva:

«La crisis climática parecía ser un tema. Phoenix comenzó su discurso agradeciendo a la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood por hacerse vegano con la comida de la noche, en un esfuerzo por crear conciencia sobre los efectos que tiene la recolección de subproductos animales en el medio ambiente.

Llamó a sus compañeros famosos por enviar sus buenos deseos para asuntos como el medio ambiente sin hacer esfuerzos más amplios para frustrar el cambio climático. Fue bastante puntiagudo en sus críticas, según Kyle Griffin de MSNBC , quien publicó una cita de los comentarios de Pheonix en Twitter.«

«Con suerte, podemos unificarnos y hacer algunos cambios», dijo el actor, antes de ir a la yugular. «Es genial votar, pero a veces tenemos que asumir esa responsabilidad y hacer cambios y sacrificios en nuestras propias vidas». .. no tenemos que llevar aviones privados a Palm Springs para los premios «.

Fuentes:

Fay Nelson en el Tukuko: otra forma de entender lo que pasa en Venezuela

“Entre el régimen de Maduro y el ELN: la labor de un valiente fraile opositor en un pueblo venezolano”. Con ese título se presenta una nota de Anatoly Kurmanaev en el New York Times que ha sido replicada por Infobae con la siguiente descripción:

Los choques constantes del reverendo Nelson Sandoval con los funcionarios socialistas, los rebeldes marxistas y los jefes tribales le han conseguido seguidores leales y enemigos resentidos en un pueblo indígena remoto y abandonado que se encuentra en la selva occidental de Venezuela. Para algunos de los 3.500 residentes de la comunidad, es “el diablo”. En cambio, sus seguidores lo conocen como un “segundo padre”. Los últimos quince años, Sandoval ha trabajado para llevar educación y atención médica al pueblo, El Tukuko. Sus aliados aseguran que esto lo ha vuelto el principal salvavidas que mantiene a flote El Tukuko en medio de una crisis económica sin precedentes que azota Venezuela, lo cual enfatiza cómo en un país en desintegración la fortuna de comunidades enteras puede depender de individuos particulares. Sin embargo, sus detractores “me dicen que iré al infierno”, comentó Sandoval, un jovial fraile capuchino de 49 años de edad con una afición por decir groserías. “Les digo que ya estoy viviendo en el infierno”. (…)La misión del Tukuko y sus campos son por mucho la principal fuente de empleo en el pueblo, pues les da un ingreso a decenas de maestros, ayudantes de escuela y peones. La misión tiene una reserva de medicinas que recibió de Naciones Unidas y de Caritas, una organización católica de beneficencia: un duro contraste con los estantes vacíos de la clínica local.

Este año, un programa nutricional que organizó Caritas con el apoyo de Sandoval ayudó a 105 niños y mujeres embarazadas a recuperarse de la desnutrición, de acuerdo con la organizadora de Caritas en el pueblo, Berta Moreno. “Ha sido de gran ayuda para todo el mundo aquí”, comentó la enfermera del pueblo, Audio Morran.

Para Sandoval, el retiro del gobierno socialista de Maduro ha creado una nueva y más radical competencia por los corazones y las mentes de los yukpa. El colapso de la ley y el orden en Venezuela ha dado lugar a la expansión del Ejército de Liberación Nacional en la región, un grupo de guerrillas marxistas con base en Colombia. Para obtener la venia indígena, las guerrillas, también conocidas como ELN, prometieron redistribuir las tierras privadas y expulsar a los “parásitos” que forman parte de la Iglesia.

Después de varios enfrentamientos verbales, ahora hay una tregua tensa entre la misión y los rebeldes, mencionó Sandoval. “Soy un inconveniente para ellos y ellos no son mis amigos”, admitió Sandoval. “Pero no me tocan porque saben que tengo el apoyo de los indígenas”.

Capuchinos.org nos presenta al fraile Nelson Sandoval en una nota. Trascribimos parte de la misma:

(…) La misión del Tukuko o centro misional “Los Ángeles del Tukuko” es una institución fundada por fray Cesáreo de Armellada y fray Primitivo de Nogarejas ambos frailes capuchinos, en octubre de 1.945 en la sierra de Perijá. En aquellos años se buscaba evangelizar a los indígenas yukpas presentes en la zona y al mismo tiempo que el centro misional sirviera de avanzadilla para llegar a los indios motilones, ahora conocidos como “barí”.

(…) la misión del Tukuko no sólo ha sido un lugar de evangelización y de promoción humana para los yukpas brindándoles salud y educación sino que ha sido el punto de encuentro entre dos culturas la yukpa y la barí y la que propició la salvación humana de la etnia barí porque al establecer contacto pacífico los misioneros con los barí, se acabó la hostilidad y el acoso de los criollos y se pudo salvar la vida del grupo, preservarlo y hacer que crezca como pueblo hasta el presente.

En esta misión del Tukuko me encuentro como misionero nuevamente desde el 1 de febrero de 2008.

¿Cuáles son tus principales responsabilidades en este centro?

En la misión tengo la responsabilidad de ser el párroco desde el año 2008 y el director de la “casa hogar fray Romualdo de Renedo».

¿Qué es la casa hogar fray Romualdo de Renedo? La casa hogar es el nuevo nombre que adquiere la institución que antes conocíamos con el nombre de “internado” porque la palabra internado se destina actualmente en Venezuela a las cárceles o instituciones penales para los delincuentes y se obliga a adoptar para los internados que conocíamos tradicionalmente, el nombre de casa hogar, porque la vida que deben llevar los niños residentes de las casas hogares debe ser similar a la vida en casa. La misión desde sus orígenes tuvo internado porque el mismo facilitaba el trabajo educativo ya que los niños provenían de distancias lejanas a la misión y no podían ir y venir todos los días a la escuela misional. Además en los primeros tiempos los misioneros se empeñaron en que los niños vivieran con ellos para que pudieran aprender bien el castellano y pudieran defenderse ante el mundo criollo y viviendo en la misión podían aprender de manera técnica labores agrícolas y pecuarias para tener un mejor nivel de vida.

¿Cómo era la vida de estos niños y niñas antes de que llegaran al centro?

Era una vida normal, como la de cualquier niño indígena de la sierra de Perijá. Vivían en sus comunidades donde hay escuelas en algunos sitios hasta tercer grado de primaria, otros hasta cuarto grado y otros hasta sexto grado, por eso al culminar estudios en sus comunidades acuden a la misión para solicitar el servicio de la casa hogar. La función de la casa hogar es recibir a los niños que viven en comunidades con escuelas de las características que acabamos de nombrar o de comunidades donde ni siquiera hay escuelas para que los niños puedan estudiar en la unidad educativa “Sagrada Familia” que es la escuela de la misión. Por lo tanto la vida de estos niños antes de venir aquí era una vida normal, niños sanos, con sus padres, sin malas costumbres ni cosas parecidas y eso queda demostrado en el comportamiento diario de ellos en la casa hogar. Por esta misma razón la casa hogar sólo recibe niños indígenas de la sierra de Perijá, porque de las poblaciones criollas quieren traer niños con mala conducta, cuyos padres no pueden ya controlarlos, y esta casa hogar no es una casa para corregir malas conductas sino simplemente para brindar educación.

¿Qué supone para un niño de tu misión poder estudiar?

Supone tener la garantía de contar con recursos que no hay en sus comunidades. Suponer poder asistir a clase todos los días aunque sus hogares estén muy alejados e incluso sean de muy difícil acceso. En sus casas no hay servicios básicos de electricidad, gas, agua, transporte, etc.. Sus padres son muy pobres económicamente y no les pueden dar recursos materiales para estudiar.

En la casa hogar, además de alimentación y una cama donde dormir les damos útiles escolares, uniformes, calzado, todo lo que necesitan durante el curso escolar para poder estudiar, papel para sus exposiciones en clase, fichas, lápices, bolígrafos, marcadores, borradores, sacapuntas, juegos geométricos, textos escolares, tienen también una pequeña biblioteca con textos de otras clases aparte de los libros de texto para que puedan hacer investigaciones, 6 computadoras para que puedan practicar lo que aprenden en la escuela en clase de computación, además la presencia de los frailes capuchinos que estamos al frente en el caso de los niños y las hermanas de la caridad de Santa Ana en el caso de las niñas, quienes comparten con nosotros la misión en este centro misional y son ellas quienes llevan adelante la escuela ofreciendo una educación de calidad a las comunidades indígenas de la sierra de Perijá.

También contamos con personal contratado para atenderlos, dos internistas para niñas y niños; los internistas son quiénes se encargan de la atención diaria de los niños: hacerlos levantar, bañarse, prepararse para ir a clases, hacer que coman, que limpien, que descansen, que estudien, etc; y cocineras para preparar los alimentos entre semana y los fines de semana también.

Los atendemos desde el punto de vista sanitario. Todo niño que se enferme es llevado a consulta médica, se le compra su tratamiento y se le aplica. Es decir, procuramos atenderlos lo mejor que podemos desde todo punto de vista y todo esto totalmente gratis, sin cobrarles un solo céntimo.

¿Qué ocurre en Venezuela? Un país de grandes recursos y continuamente en los medios por un sinfín de dificultades.

Ocurre que tenemos el gobierno más corrupto de la historia venezolana. Este gobierno pregona a cada segundo el bienestar del pueblo. (…) este sistema político ha acabado con la esperanza de vida de todos los venezolanos y siendo un país tan rico en recursos seamos tan pobres, porque Chávez y ahora Maduro han dado dinero a manos sueltas a Cuba y otros países de América Latina y al mundo para ganarse adeptos y simpatizantes afuera, mientras internamente vivimos una terrible crisis política, social y económica...

En la nota el sacerdote cuenta que para solventar las muchas necesidades ha tenido que recurrir a la limosna colocando avisos y peticiones a  través de la redes sociales como el Facebook y otros y a través de pines y whatsap. Dice que gracias a Dios la gente es buena, responde y ayuda dentro de lo que puede. El tema de la escasez y la inflación en Venezuela lo dificulta todo aún más.

Fuentes:

https://www.infobae.com/america/the-new-york-times/2020/01/06/en-el-regimen-de-maduro-y-el-eln-la-labor-de-un-valiente-fraile-opositor-en-un-pueblo-venezolano/

https://www.hermanoscapuchinos.org/entrevistas/8/nelson-sandoval-misionero-capuchino-en-el-tukuko–venezuela

https://www.instagram.com/fray_nelson/?hl=es-la

El incendio en Notre Dame y lo “culturalmente correcto”

En el artículo de su blog Amicus Sponsi, titulado “Notre Dame, lo que vale, nuestras raíces”, a partir del impacto emocional provocado por el incendio de la catedral parisina, el actual Obispo de Canelones Mons. Alberto Sanguinetti reflexionó sobre cómo “Ante tanta vociferación contra Cristo y la Iglesia, contra la verdad del hombre, creado y redimido, bastó un sacudimiento, para que todos, aunque sea por un momento, se dieran cuenta dónde estaba lo que vale”.

Tras recordar que “Hemos oído y leído ríos de tinta contra el Medioevo, el oscurantismo medieval, el catolicismo, la Iglesia, su poder y sus riquezas”, Mons. Sanguinetti nos hace ver que las llamas en el techo de Notre Dame han “dejado al desnudo a lo políticamente correcto, o más bien a lo culturalmente correcto, comenzando con las aburridas repeticiones de inculpaciones baratas, de adjetivos sin peso, como el ‘oscurantismo medieval’”, para permitirnos recuperar nuestro legado occidental y cristiano: “esa misma cristiandad medioeval que levantó Notre Dame con todas sus estatuas, torres, animales, plantas y demonios, en torno al hombre y junto a Dios, es la misma que creó la Universidad (…) los grandes estudios de derecho (…) los grandes estudios de medicina (…) También esos hermanos de la Edad Media se propusieron cuidar de los débiles, de los pobres, de los enfermos y por pura caridad inventaron los hospitales”.

“Notre Dame muestra la grandeza y fuerza de una comunidad capaz de entregarse a una obra de esa magnitud, porque amaba la vida”, dice el Obispo de Canelones; “una síntesis de la historia humana y divina» que “a cada uno le reparte algo de su luz”.

Los invitamos a leer el artículo completo en el siguiente link:

https://amicus-sponsi.blogspot.com/2019/04/notre-dame-lo-que-vale-nuestras-raices.html?spref=fb&fbclid=IwAR1AX4PvnSogmLvud55yLM3Mn0ReyNFSxroZCvIG_DW560A3bRmAD5z2ziA

¿Puede la Iglesia hablar de política?

En cada año electoral los Obispos en Uruguay emiten documentos con orientaciones para políticos y votantes. Estas orientaciones no son exclusivas de Uruguay ni de estos tiempos. Pronunciamientos similares se dan en todo el mundo y en toda la historia del cristianismo.

En el programa “En Otras Palabras” de Radio Oriental, el Periodista Daniel Bianchi y el Prof. Miguel Pastorino analizan las reacciones del ambiente político frente al documento emitido este mes por parte de la Conferencia Episcopal Uruguaya.

Un primer análisis lo merecieron las posturas que desconocen el derecho y obligación de la Iglesia de dar su palabra y orientar a sus fieles frente a los grandes temas de la sociedad.

En otro nivel, debatieron sobre los problemas de comunicación y la lectura sesgada por preconceptos y radicalizaciones que demostraron algunas de las reacciones públicas al mensaje de la CEU.

Compartimos a continuación el link al programa

La Iglesia y el escándalo del abuso sexual. Benedicto XVI

Acercamos en forma completa el artículo que el Papa Emérito Benedicto XVI publicó bajo el título «La Iglesia y los abusos sexuales» en la revista mensual Klerusblatt dedicada el clero católico en Baviera.

El texto trasciende ampliamente la Iglesia Católica, y con toda certeza se convertirá en una fuente insoslayable para los estudiosos de las generaciones futuras que pretendan entender nuestros turbulentos tiempos.

El documento se divide en tres partes:

  1. Presentación breve del amplio contexto de un asunto que tiene en la década de 1960 el antecedente de un gran evento, en una escala sin precedentes en la historia. “Se puede decir que en los 20 años entre 1960 y 1980, los estándares vinculantes hasta entonces respecto a la sexualidad colapsaron completamente, y surgió una nueva normalidad que hasta ahora ha sido sujeta de varios laboriosos intentos de disrupción”.
  2. Los efectos de esta situación en la formación de los sacerdotes y en sus vidas.
  3. Perspectivas para una adecuada respuesta por parte de la Iglesia.

Muchos de los medios afines a lo políticamente correcto no le han dado precisamente la bienvenida a este documento. Es lógico que así sea porque como siempre Benedicto XVI va al fondo del asunto y pone en palabras claras aquello que nadie se anima a decir: “Hay valores que nunca deben ser abandonados por un valor mayor e incluso sobrepasar la preservación de la vida física. Existe el martirio. Dios es más, incluida la sobrevivencia física. Una vida comprada por la negación de Dios, una vida que se base en una mentira final, no es vida”.

Cerca del final de su artículo, parece profetizar la forma en que muchos medios lo leyeron (si acaso lo hicieron en forma completa): “De hecho, hoy la Iglesia es vista ampliamente solo como una especie de aparato político. Se habla de ella casi exclusivamente en categorías políticas y esto se aplica incluso a obispos que formulan su concepción de la Iglesia del mañana casi exclusivamente en términos políticos. La crisis, causada por los muchos casos de abusos de clérigos, nos hace mirar a la Iglesia como algo casi inaceptable que tenemos que tomar en nuestras manos y rediseñar. Pero una Iglesia que se hace a sí misma no puede constituir esperanza (…) La idea de una Iglesia mejor, hecha por nosotros mismos, es de hecho una propuesta del demonio, con la que nos quiere alejar del Dios viviente usando una lógica mentirosa en la que fácilmente podemos caer. No, incluso hoy la Iglesia no está hecha solo de malos peces y mala hierba. La Iglesia de Dios también existe hoy, y hoy es ese mismo instrumento a través del cual Dios nos salva. Es muy importante oponerse con toda la verdad a las mentiras y las medias verdades del demonio: sí, hay pecado y mal en la Iglesia, pero incluso hoy existe la Santa Iglesia, que es indestructible. Además hoy hay mucha gente que humildemente cree, sufre y ama, en quien el Dios verdadero, el Dios amoroso, se muestra a Sí mismo a nosotros. Dios también tiene hoy Sus testigos (‘martyres’) en el mundo. Nosotros solo tenemos que estar vigilantes para verlos y escucharlos”.

Entre los antecedentes que llevaron a estos problemas menciona: “además y sin embargo, había un problema fundamental en la percepción de la ley penal. Solo el llamado garantismo (una especie de proteccionismo procesal) era considerado como ‘conciliar’. Esto significa que se tenía que garantizar, por encima de todo, los derechos del acusado hasta el punto en que se excluyera del todo cualquier tipo de condena”.

El artículo recuerda el valor de la fe como bien legal a proteger, a la vez que denuncia que “en la consciencia general de la ley, la fe ya no parece tener el rango de bien que requiere protección. Esta es una situación alarmante que los pastores de la Iglesia tienen que considerar y tomar en serio”.

Ya entrando en la tercera parte del artículo se pregunta: “¿Qué se debe hacer? ¿Tal vez deberíamos crear otra Iglesia para que las cosas funcionen? Bueno, ese experimento ya se ha realizado y ya ha fracasado. Solo la obediencia y el amor por nuestro Señor Jesucristo pueden indicarnos el camino, así que primero tratemos de entender nuevamente y desde adentro (de nosotros mismos) lo que el Señor quiere y ha querido con nosotros. Primero, sugeriría lo siguiente: si realmente quisiéramos resumir muy brevemente el contenido de la fe como está en la Biblia, tendríamos que hacerlo diciendo que el Señor ha iniciado una narrativa de amor con nosotros y quiere abarcar a toda la creación en ella. La forma de pelear contra el mal que nos amenaza a nosotros y a todo el mundo, solo puede ser, al final, que entremos en este amor. Es la verdadera fuerza contra el mal, ya que el poder del mal emerge de nuestro rechazo a amar a Dios. Quien se confía al amor de Dios es redimido. Nuestro ser no redimidos es una consecuencia de nuestra incapacidad de amar a Dios. Aprender a amar a Dios es, por lo tanto, el camino de la redención humana”.

El Papa Emérito invita a ampliar la mirada, ir a las raíces necesarias para entender el problema: “Una sociedad sin Dios –una sociedad que no lo conoce y que lo trata como no existente– es una sociedad que pierde su medida. En nuestros días fue que se acuñó la frase de la muerte de Dios. Cuando Dios muere en una sociedad, se nos dijo, esta se hace libre. En realidad, la muerte de Dios en una sociedad también significa el fin de la libertad porque lo que muere es el propósito que proporciona orientación, dado que desaparece la brújula que nos dirige en la dirección correcta que nos enseña a distinguir el bien del mal. La sociedad occidental es una sociedad en la que Dios está ausente en la esfera pública y no tiene nada que ofrecerle. Y esa es la razón por la que es una sociedad en la que la medida de la humanidad se pierde cada vez más. En puntos individuales, de pronto parece que lo que es malo y destruye al hombre se ha convertido en una cuestión de rutina”.

Y nuevamente Benedicto XVI se anima a llamar a las cosas por su nombre, a poner sobre la mesa lo que muy pocos medios de prensa se animan a transcribir: “Ese es el caso con la pedofilia. Se teorizó solo hace un tiempo como algo legítimo, pero se ha difundido más y más. Y ahora nos damos cuenta con sorpresa de que las cosas que les están pasando a nuestros niños y jóvenes amenazan con destruirlos. El hecho de que esto también pueda extenderse en la Iglesia y entre los sacerdotes es algo que nos debe molestar de modo particular. ¿Por qué la pedofilia llegó a tales proporciones? Al final de cuentas, la razón es la ausencia de Dios. Nosotros, cristianos y sacerdotes, también preferimos no hablar de Dios porque este discurso no parece ser práctico. Luego de la convulsión de la Segunda Guerra Mundial, nosotros en Alemania todavía teníamos expresamente en nuestra Constitución que estábamos bajo responsabilidad de Dios como un principio guía. Medio siglo después, ya no fue posible incluir la responsabilidad para con Dios como un principio guía en la Constitución europea. Dios es visto como la preocupación partidaria de un pequeño grupo y ya no puede ser un principio guía para la comunidad como un todo. Esta decisión se refleja en la situación de Occidente, donde Dios se ha convertido en un asunto privado de una minoría”.

Lejos de una visión confrontativa o complementaria con el Papa Francisco, Benedicto ofrece sus propias reflexiones, enmarcadas en una misma fe: “Por encima de todo, nosotros tenemos que aprender una vez más a reconocer a Dios como la base de nuestra vida en vez de dejarlo a un lado como si fuera una frase no efectiva. Nunca olvidaré la advertencia del gran teólogo Hans Urs von Balthasar que una vez me escribió en una de sus postales: ‘¡No presuponga al Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, preséntelo!’ (…) “Sí, tenemos que implorar urgentemente al Señor por su perdón, pero antes que nada tenemos que jurar por Él y pedirle que nos enseñe nuevamente a entender la grandeza de Su sufrimiento y Su sacrificio. Y tenemos que hacer todo lo que podamos para proteger del abuso el don de la Santísima Eucaristía”.

Es importante destacar que el Papa Emérito culmina sus palabras de esta manera:

“Al final de mis reflexiones me gustaría agradecer al Papa Francisco por todo lo que hace para mostrarnos siempre la luz de Dios que no ha desaparecido, incluso hoy. ¡Gracias Santo Padre!”

TEXTO TRADUCIDO COMPLETO:

La Iglesia y el escándalo del abuso sexual


Del 21 al 24 de febrero, tras la invitación del Papa Francisco, los presidentes de las conferencias episcopales del mundo se reunieron en el Vaticano para discutir la crisis de fe y de la Iglesia, una crisis palpable en todo el mundo tras las chocantes revelaciones del abuso clerical perpetrado contra menores. La extensión y la gravedad de los incidentes reportados han desconcertado a sacerdotes y laicos, y ha hecho que muchos cuestionen la misma fe de la Iglesia. Fue necesario enviar un mensaje fuerte y buscar un nuevo comienzo para hacer que la Iglesia sea nuevamente creíble como luz entre los pueblos y como una fuerza que sirve contra los poderes de la destrucción.


Ya que yo mismo he servido en una posición de responsabilidad como pastor de la Iglesia en una época en la que se desarrolló esta crisis y antes de ella, me tuve que preguntar –aunque ya no soy directamente responsable por ser emérito– cómo podía contribuir a ese nuevo comienzo en retrospectiva. Entonces, desde el periodo del anuncio hasta la reunión misma de los presidentes de las conferencias episcopales, reuní algunas notas con las que quiero ayudar en esta hora difícil. Habiendo contactado al Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal (Pietro) Parolin, y al mismo Papa Francisco, me parece apropiado publicar este texto en el «Klerusblatt».

Mi trabajo se divide en tres partes.

En la primera busco presentar brevemente el amplio contexto del asunto, sin el cual el problema no se puede entender. Intento mostrar que en la década de 1960 ocurrió un gran evento, en una escala sin precedentes en la historia. Se puede decir que en los 20 años entre 1960 y 1980, los estándares vinculantes hasta entonces respecto a la sexualidad colapsaron completamente, y surgió una nueva normalidad que hasta ahora ha sido sujeta de varios laboriosos intentos de disrupción. En la segunda parte, busco precisar los efectos de esta situación en la formación de los sacerdotes y en sus vidas. Finalmente, en la tercera parte, me gustaría desarrollar algunas perspectivas para una adecuada respuesta por parte de la Iglesia.

I.


(1) El asunto comienza con la introducción de los niños y jóvenes en la naturaleza de la sexualidad, algo prescrita y apoyado por el Estado. En Alemania, la entonces ministra de salud, (Käte) Strobel, tenía una cinta en la que todo lo que antes no se permitía enseñar públicamente, incluidas las relaciones sexuales, se mostraba ahora con el propósito de educar. Lo que al principio se buscaba que fuera solo para la educación sexual de los jóvenes, se aceptó luego como una opción factible.

Efectos similares se lograron con el «Sexkoffer» publicado por el gobierno de Austria (N. DEL T. Materiales sexuales usados en los colegios austríacos a fines de la década de 1980). Las películas pornográficas y con contenido sexual se convirtieron entonces en algo común, hasta el punto que se transmitían en pequeños cines (Bahnhofskinos) (N. del T. cines baratos en
Alemania que proyectaban pequeñas cintas cerca a las estaciones de tren).

Todavía recuerdo haber visto, mientras caminaba en la ciudad de Ratisbona un día, multitudes haciendo cola ante un gran cine, algo que habíamos visto antes solo en tiempos de guerra, cuando se esperaba una asignación especial. También recuerdo haber llegado a la ciudad el Viernes Santo de 1970 y ver en las vallas publicitarias un gran afiche de dos personas completamente desnudas y abrazadas.

Entre las libertades por las que la Revolución de 1968 peleó estaba la libertad sexual total, una que ya no tuviera normas. La voluntad de usar la violencia, que caracterizó esos años, está fuertemente relacionada con este colapso mental. De hecho, las cintas sexuales ya no se permitían en los aviones porque podían generar violencia en la pequeña comunidad de
pasajeros. Y dado que los excesos en la vestimenta también provocaban agresiones, los directores de los colegios hicieron varios intentos para introducir una vestimenta escolar que facilitara un clima para el aprendizaje.

Parte de la fisionomía de la Revolución del 68 fue que la pedofilia también se diagnosticó como permitida y apropiada.

Para los jóvenes en la Iglesia, pero no solo para ellos, esto fue en muchas formas un tiempo muy difícil. Siempre me he preguntado cómo los jóvenes en esta situación se podían acercar al sacerdocio y aceptarlo con todas sus ramificaciones. El extenso colapso de las siguientes generaciones de sacerdotes en aquellos años y el gran número de laicizaciones fueron una consecuencia de todos estos desarrollos.

(2) Al mismo tiempo, independientemente de este desarrollo, la teología moral católica sufrió un colapso que dejó a la Iglesia indefensa ante estos cambios en la sociedad. Trataré de delinear brevemente la trayectoria que siguió este desarrollo.

Hasta el Concilio Vaticano II, la teología moral católica estaba ampliamente fundada en la ley natural, mientras que las Sagradas Escrituras se citaban solamente para tener contexto o justificación. En la lucha del Concilio por un nuevo entendimiento de la Revelación, la opción por la ley natural fue ampliamente abandonada, y se exigió una teología moral basada enteramente en la Biblia.

Aún recuerdo cómo la facultad jesuita en Frankfurt entrenó al joven e inteligente Padre (Schüller) con el propósito de desarrollar una moralidad basada enteramente en las Escrituras.

La bella disertación del Padre (Bruno) Schüller muestra un primer paso hacia la construcción de una moralidad basada en las Escrituras. El Padre fue luego enviado a Estados Unidos y volvió habiéndose dado cuenta de que solo con la Biblia la moralidad no podía expresarse sistemáticamente. Luego intentó una teología moral más pragmática, sin ser capaz de dar una respuesta a la crisis de moralidad.

Al final, prevaleció principalmente la hipótesis de que la moralidad debía ser exclusivamente determinada por los propósitos de la acción humana. Si bien la antigua frase “el fin justifica los medios” no fue confirmada en esta forma cruda, su modo de pensar si se había convertido en definitivo.
En consecuencia, ya no podía haber nada que constituya un bien absoluto, ni nada que fuera fundamentalmente malo; (podía haber) solo juicios de valor relativos. Ya no había bien (absoluto), sino solo lo relativamente mejor o contingente en el momento y en circunstancias.

La crisis de la justificación y la presentación de la moralidad católica llegaron a proporciones dramáticas al final de la década de 1980 y en la de 1990. El 5 de enero de 1989 se publicó la “Declaración de Colonia”, firmada por 15 profesores católicos de teología. Se centró en varios puntos de la crisis en la relación entre el magisterio episcopal y la tarea de la teología.
(Las reacciones a) este texto, que al principio no fue más allá del nivel usual de protestas, creció muy rápidamente y se convirtió en un grito contra el magisterio de la Iglesia y reunió, clara y visiblemente, el potencial de protesta global contra los esperados textos doctrinales de Juan
Pablo II. (cf. D. Mieth, Kölner Erklärung, LThK, VI3, p. 196) (N. del T. El LTHK es el Lexikon für Theologie und Kirche, el Lexicon de Teología y la Iglesia, cuyos editores incluían al teólogo Karl Rahner y al Cardenal alemán Walter Kasper)

El Papa Juan Pablo II, que conocía muy bien y que seguía de cerca la situación en la que estaba la teología moral, comisionó el trabajo de una encíclica para poner las cosas en claro nuevamente. Se publicó con el título de Veritatis splendor (El esplendor de la verdad) el 6 de agosto de 1993 y generó diversas reacciones vehementes por parte de los teólogos morales.
Antes de eso, el Catecismo de la Iglesia Católica (1992) ya había presentado persuasivamente y de modo sistemático la moralidad como es proclamada por la Iglesia.

Nunca olvidaré cómo el entonces líder teólogo moral de lengua alemana, Franz Böckle, habiendo regresado a su natal Suiza tras su retiro, anunció con respecto a la Veritatis splendor que si la encíclica determinaba que había acciones que siempre y en todas circunstancias podían clasificarse como malas, entonces él la rebatiría con todos los recursos a su disposición.
Fue Dios, el Misericordioso, quien evitó que pusiera en práctica su resolución ya que Böckle murió el 8 de julio de 1991. La encíclica fue publicada el 6 de agosto de 1993 y efectivamente incluía la determinación de que había acciones que nunca pueden ser buenas.

El Papa era totalmente consciente de la importancia de esta decisión en ese momento y para esta parte del texto consultó nuevamente a los mejores especialistas que no tomaron parte en la edición de la encíclica. Él sabía que no debía dejar duda sobre el hecho que la moralidad de balancear los bienes debe tener siempre un límite último. Hay bienes que nunca están sujetos a concesiones.

Hay valores que nunca deben ser abandonados por un valor mayor e incluso sobrepasar la preservación de la vida física. Existe el martirio. Dios es más, incluida la sobrevivencia física.

Una vida comprada por la negación de Dios, una vida que se base en una mentira final, no es vida.

El martirio es la categoría básica de la existencia cristiana. El hecho que ya no sea moralmente necesario en la teoría que defiende Böckle y muchos otros demuestra que la misma esencia del cristianismo está en juego aquí.

En la teología moral, sin embargo, otra pregunta se había vuelto apremiante: había ganado amplia aceptación la hipótesis de que el magisterio de la Iglesia debe tener competencia final (“infalibilidad”) solo en materias concernientes a la fe y los asuntos sobre la moralidad no
deben caer en el rango de las decisiones infalibles del magisterio de la Iglesia. Hay probablemente algo de cierto en esta hipótesis que garantiza un mayor debate, pero hay un mínimo conjunto de cuestiones morales que están indisolublemente relacionadas al principio fundacional de la fe y que tiene que ser defendido si no se quiere que la fe sea reducida a una
teoría y no se le reconozca en su clamor por la vida concreta.

Todo esto permite ver cuán fundamentalmente se cuestiona la autoridad de la Iglesia en asuntos de moralidad. Los que niegan a la Iglesia una competencia en la enseñanza final en esta área la obligan a permanecer en silencio precisamente allí donde el límite entre la verdad y la mentira está en juego.

Independientemente de este asunto, en muchos círculos de teología moral se expuso la hipótesis de que la Iglesia no tiene y no puede tener su propia moralidad. El argumento era que todas las hipótesis morales tendrían su paralelo en otras religiones y, por lo tanto, no existiría una naturaleza cristiana. Pero el asunto de la naturaleza de una moralidad bíblica no se responde con el hecho que para cada sola oración en algún lugar, se puede encontrar un paralelo en otras religiones. En vez de eso, se trata de toda la moralidad bíblica, que como tal es nueva y distinta de sus partes individuales.

La doctrina moral de las Sagradas Escrituras tiene su forma de ser única predicada finalmente en su concreción a imagen de Dios, en la fe en un Dios que se mostró a sí mismo en Jesucristo y que vivió como ser humano. El Decálogo es una aplicación a la vida humana de la fe bíblica en Dios. La imagen de Dios y la moralidad se pertenecen y por eso resulta en el cambio
particular de la actitud cristiana hacia el mundo y la vida humana. Además, el cristianismo ha sido descrito desde el comienzo con la palabra hodós (camino, en griego, usado en el Nuevo Testamente para hablar de un camino de progreso).

La fe es una travesía y una forma de vida. En la antigua Iglesia, el catecumenado fue creado como un hábitat en la que los aspectos distintivos y frescos de la forma de vivir la vida cristiana eran al mismo tiempo practicados y protegidos ante la cultura que era cada vez más
desmoralizada. Creo que incluso hoy algo como las comunidades de catecumenado son necesarias para que la vida cristiana pueda afirmarse en su propia manera.

II.

Las reacciones eclesiales iniciales

(1) El proceso largamente preparado y en marcha para la disolución del concepto cristiano de moralidad estuvo marcado, como he tratado de demostrar, por la radicalidad sin precedentes de la década de 1960. Esta disolución de la autoridad moral de la enseñanza de la Iglesia necesariamente debió tener un efecto en los distintos miembros de la Iglesia. En el contexto del encuentro de los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo con el Papa Francisco, el asunto de la vida sacerdotal, así como la de los seminarios, es de particular interés. Ya que tiene que ver con el problema de la preparación en los seminarios para el
ministerio sacerdotal, hay de hecho una descomposición de amplio alcance en cuanto a la forma previa de preparación.

En varios seminarios se establecieron grupos homosexuales que actuaban más o menos abiertamente, con lo que cambiaron significativamente el clima que se vivía en ellos. En un seminario en el sur de Alemania, los candidatos al sacerdocio y para el ministerio laico de especialistas pastorales (Pastoralreferent) vivían juntos. En las comidas cotidianas, los
seminaristas y los especialistas pastorales estaban juntos. Los casados a veces estaban con sus esposas e hijos; y en ocasiones con sus novias. El clima en este seminario no proporcionaba el apoyo requerido para la preparación de la vocación sacerdotal. La Santa Sede sabía de esos problemas sin estar informada precisamente. Como primer paso, se acordó una visita apostólica (N. del T.: investigación) para los seminarios en Estados Unidos.

Como el criterio para la selección y designación de obispos también había cambiado luego del Concilio Vaticano II, la relación de los obispos con sus seminarios también era muy diferente.

Por encima de todo se estableció la “conciliaridad” como un criterio para el nombramiento de nuevos obispos, que podía entenderse de varias maneras.
De hecho, en muchos lugares se entendió que las actitudes conciliares tenían que ver con tener una actitud crítica o negativa hacia la tradición existente hasta entonces, y que debía ser reemplazada por una relación nueva y radicalmente abierta con el mundo. Un obispo, que había sido antes rector de un seminario, había hecho que los seminaristas vieran películas pornográficas con la intención de que estas los hicieran resistentes ante las conductas contrarias a la fe.

Hubo –y no solo en los Estados Unidos de América– obispos que individualmente rechazaron la tradición católica por completo y buscaron una nueva y moderna “catolicidad” en sus diócesis. Tal vez valga la pena mencionar que en no pocos seminarios, a los estudiantes que los veían leyendo mis libros se les consideraba no aptos para el sacerdocio. Mis libros fueron escondidos, como si fueran mala literatura, y se leyeron solo bajo el escritorio.

La visita que se realizó no dio nuevas pistas, aparentemente porque varios poderes unieron fuerzas para maquillar la verdadera situación. Una segunda visita se ordenó y esa sí permitió tener datos nuevos, pero al final no logró ningún resultado. Sin embargo, desde la década de 1970 la situación en los seminarios ha mejorado en general. Y, sin embargo, solo
aparecieron casos aislados de un nuevo fortalecimiento de las vocaciones sacerdotales ya que la situación general había tomado otro rumbo.

(2) El asunto de la pedofilia, según recuerdo, no fue agudo sino hasta la segunda mitad de la década de 1980. Mientras tanto, ya se había convertido en un asunto público en Estados Unidos, tanto así que los obispos fueron a Roma a buscar ayuda ya que la ley canónica, como se escribió en el nuevo Código (1983), no parecía suficiente para tomar las medidas necesarias. Al
principio Roma y los canonistas romanos tuvieron dificultades con estas preocupaciones ya que, en su opinión, la suspensión temporal del ministerio sacerdotal tenía que ser suficiente para generar purificación y clarificación. Esto no podía ser aceptado por los obispos estadounidenses,
porque de ese modo los sacerdotes permanecían al servicio del obispo y así eran asociados directamente con él. Lentamente fue tomando forma una renovación y profundización de la ley penal del nuevo Código, que había sido construida adrede de manera holgada.

Además y sin embargo, había un problema fundamental en la percepción de la ley penal.

Solo el llamado garantismo (una especie de proteccionismo procesal) era considerado como “conciliar”. Esto significa que se tenía que garantizar, por encima de todo, los derechos del acusado hasta el punto en que se excluyera del todo cualquier tipo de condena. Como contrapeso ante las opciones de defensa, disponibles para los teólogos acusados y con frecuencia inadecuadas, su derecho a la defensa usando el garantismo se extendió a tal punto que las condenas eran casi imposibles.

Permítanme un breve excurso en este punto. A la luz de la escala de la inconducta pedófila, una palabra de Jesús nuevamente salta a la palestra: “Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar” (Mc 9,42).
La palabra “pequeños” en el idioma de Jesús significa los creyentes comunes que pueden ver su fe confundida por la arrogancia intelectual de aquellos que creen que son inteligentes.

Entonces, aquí Jesús protege el depósito de la fe con una amenaza o castigo enfático para quienes hacen daño.

El uso moderno de la frase no es en sí mismo equivocado, pero no debe oscurecer el significado original. En él queda claro, contra cualquier garantismo, que no solo el derecho del acusado es importante y requiere una garantía. Los grandes bienes como la fe son igualmente importantes.
Entonces, una ley canónica balanceada que se corresponda con todo el mensaje de Jesús no solo tiene que proporcionar una garantía para el acusado, para quien el respeto es un bien legal, sino que también tiene que proteger la fe que también es un importante bien legal. Una ley canónica adecuadamente formada tiene que contener entonces una doble garantía: la protección legal del acusado y la protección legal del bien que está en juego. Si hoy se presenta esta concepción inherentemente clara, generalmente se cae en hacer oídos sordos cuando se llega al asunto de la protección de la fe como un bien legal. En la consciencia general de la ley, la fe ya no parece tener el rango de bien que requiere protección. Esta es una situación alarmante que los pastores de la Iglesia tienen que considerar y tomar en serio.

Ahora me gustaría agregar, a las breves notas sobre la situación de la formación sacerdotal en el tiempo en el que estalló la crisis, algunas observaciones sobre el desarrollo de la ley canónica en este asunto.

En principio, la Congregación para el Clero es la responsable de lidiar con crímenes cometidos por sacerdotes, pero dado que el garantismo dominó largamente la situación en ese entonces, estuve de acuerdo con el Papa Juan Pablo II en que era adecuado asignar estas ofensas a la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo el título de «Delicta maiora contra fidem».

Esto hizo posible imponer la pena máxima, es decir la expulsión del estado clerical, que no se habría podido imponer bajo otras previsiones legales.

Esto no fue un truco para imponer la máxima pena, sino una consecuencia de la importancia de la fe para la Iglesia. De hecho, es importante ver que tal inconducta de los clérigos al final daña la fe.

Allí donde la fe ya no determina las acciones del hombre es que tales ofensas son posibles.

La severidad del castigo, sin embargo, también presupone una prueba clara de la ofensa: este aspecto del garantismo permanece en vigor.

En otras palabras, para imponer la máxima pena legalmente, se requiere un proceso penal genuino, pero ambos, las diócesis y la Santa Sede se ven sobrepasados por tal requerimiento.

Por ello formulamos un nivel mínimo de procedimientos penales y dejamos abierta la posibilidad de que la misma Santa Sede asuma el juicio allí donde la diócesis o la administración metropolitana no pueden hacerlo. En cada caso, el juicio debe ser revisado por la Congregación para la Doctrina de la Fe para garantizar los derechos del acusado. Finalmente, en la feria cuarta (N. del T. la asamblea de los miembros de la Congregación) establecimos una instancia de apelación para proporcionar la posibilidad de apelar.

Ya que todo esto superó en la realidad las capacidades de la Congregación para la Doctrina de la Fe y ya que las demoras que surgieron tenían que ser previstas dada la naturaleza de esta materia, el Papa Francisco ha realizado reformas adicionales.

III.

(1.) ¿Qué se debe hacer? ¿Tal vez deberíamos crear otra Iglesia para que las cosas funcionen? Bueno, ese experimento ya se ha realizado y ya ha fracasado. Solo la obediencia y el amor por nuestro Señor Jesucristo pueden indicarnos el camino, así que primero tratemos de entender nuevamente y desde adentro (de nosotros mismos) lo que el Señor quiere y ha querido con nosotros.
Primero, sugeriría lo siguiente: si realmente quisiéramos resumir muy brevemente el contenido de la fe como está en la Biblia, tendríamos que hacerlo diciendo que el Señor ha iniciado una narrativa de amor con nosotros y quiere abarcar a toda la creación en ella. La forma de pelear contra el mal que nos amenaza a nosotros y a todo el mundo, solo puede ser, al final, que entremos en este amor. Es la verdadera fuerza contra el mal, ya que el poder del mal emerge de nuestro rechazo a amar a Dios.

Quien se confía al amor de Dios es redimido. Nuestro ser no redimidos es una consecuencia de nuestra incapacidad de amar a Dios. Aprender a amar a Dios es, por lo tanto, el camino de la redención humana.

Tratemos de desarrollar un poco más este contenido esencial de la revelación de Dios.

Podemos entonces decir que el primer don fundamental que la fe nos ofrece es la certeza de que Dios existe. Un mundo sin Dios solo puede ser un mundo sin significado. De otro modo, ¿de dónde vendría todo? En cualquier caso, no tiene propósito espiritual. De algún modo está simplemente allí y no tiene objetivo ni sentido. Entonces no hay estándares del bien ni del mal,
y solo lo que es más fuerte que otra cosa puede afirmarse a sí misma y el poder se convierte en el único principio. La verdad no cuenta, en realidad no existe. Solo si las cosas tienen una razón espiritual tienen una intención y son concebidas. Solo si hay un Dios Creador que es bueno y que quiere el bien, la vida del hombre puede entonces tener sentido.

Existe un Dios como creador y la medida de todas las cosas es una necesidad primera y primordial, pero un Dios que no se exprese para nada a sí mismo, que no se hiciese conocido, permanecería como una presunción y podría entonces no determinar la forma [Gestalt] de nuestra vida. Para que Dios sea realmente Dios en esta creación deliberada, tenemos que mirarlo para que se exprese a sí mismo de alguna forma. Lo ha hecho de muchas maneras, pero decisivamente lo hizo en el llamado a Abraham y que le dio a la gente que buscaba a Dios la orientación que lleva más allá de toda expectativa: Dios mismo se convierte en criatura, habla como hombre con nosotros los seres humanos.

En este sentido la frase “Dios es”, al final se convierte en un mensaje verdaderamente gozoso, precisamente porque Él es más que entendimiento, porque Él crea –y es– amor para que una vez más la gente sea consciente de esta, la primera y fundamental tarea confiada a nosotros por el Señor.

Una sociedad sin Dios –una sociedad que no lo conoce y que lo trata como no existente– es una sociedad que pierde su medida. En nuestros días fue que se acuñó la frase de la muerte de Dios. Cuando Dios muere en una sociedad, se nos dijo, esta se hace libre. En realidad, la muerte de Dios en una sociedad también significa el fin de la libertad porque lo que muere es el propósito que proporciona orientación, dado que desaparece la brújula que nos dirige en la dirección correcta que nos enseña a distinguir el bien del mal. La sociedad occidental es una sociedad en la que Dios está ausente en la esfera pública y no tiene nada que ofrecerle. Y esa es la razón por la que es una sociedad en la que la medida de la humanidad se pierde cada vez más.

En puntos individuales, de pronto parece que lo que es malo y destruye al hombre se ha convertido en una cuestión de rutina.

Ese es el caso con la pedofilia. Se teorizó solo hace un tiempo como algo legítimo, pero se ha difundido más y más. Y ahora nos damos cuenta con sorpresa de que las cosas que les está pasando a nuestros niños y jóvenes amenazan con destruirlos. El hecho de que esto también pueda extenderse en la Iglesia y entre los sacerdotes es algo que nos debe molestar de modo
particular.

¿Por qué la pedofilia llegó a tales proporciones? Al final de cuentas, la razón es la ausencia de Dios. Nosotros, cristianos y sacerdotes, también preferimos no hablar de Dios porque este discurso no parece ser práctico.

Luego de la convulsión de la Segunda Guerra Mundial, nosotros en Alemania todavía teníamos expresamente en nuestra Constitución que estábamos bajo responsabilidad de Dios como un principio guía. Medio siglo después, ya no fue posible incluir la responsabilidad para con Dios como un principio guía en la Constitución europea. Dios es visto como la preocupación partidaria de un pequeño grupo y ya no puede ser un principio guía para la comunidad como un todo. Esta decisión se refleja en la situación de Occidente, donde Dios se ha convertido en un asunto privado de una minoría.

Una tarea primordial, que tiene que resultar de las convulsiones morales de nuestro tiempo, es que nuevamente comencemos a vivir por Dios y bajo Él. Por encima de todo, nosotros tenemos que aprender una vez más a reconocer a Dios como la base de nuestra vida en vez de dejarlo a un lado como si fuera una frase no efectiva. Nunca olvidaré la advertencia del gran
teólogo Hans Urs von Balthasar que una vez me escribió en una de sus postales: “¡No presuponga al Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, preséntelo!”.

De hecho, en la teología Dios siempre se da por sentado como un asunto de rutina, pero en lo concreto uno no se relaciona con Él. El tema de Dios parece tan irreal, tan expulsado de las cosas que nos preocupan y, sin embargo, todo se convierte en algo distinto si no se presupone sino que se presenta a Dios. No dejándolo atrás como un marco, sino reconociéndolo como el centro de nuestros pensamientos, palabras y acciones.

(2) Dios se hizo hombre por nosotros. El hombre como Su criatura es tan cercano a Su corazón que Él se ha unido a sí mismo con él y ha entrado así en la historia humana de una forma muy práctica. Él habla con nosotros, vive con nosotros, sufre con nosotros y asumió la muerte por nosotros. Hablamos sobre esto en detalle en la teología, con palabras y pensamientos
aprendidos, pero es precisamente de esta forma que corremos el riesgo de convertirnos en maestros de fe en vez de ser renovados y hechos maestros por la fe.

Consideremos esto con respecto al asunto central: la celebración de la Santa Eucaristía.

Nuestro manejo de la Eucaristía solo puede generar preocupación. El Concilio Vaticano II se centró correctamente en regresar este sacramento de la presencia del cuerpo y la sangre de Cristo, de la presencia de Su persona, de su Pasión, Muerte y Resurrección, al centro de la vida cristiana y la misma existencia de la Iglesia. En parte esto realmente ha ocurrido y deberíamos estar agradecidos al Señor por ello.

Y sin embargo prevalece una actitud muy distinta. Lo que predomina no es una nueva reverencia por la presencia de la muerte y resurrección de Cristo, sino una forma de lidiar con Él que destruye la grandeza del Misterio. La caída en la participación de las celebraciones eucarísticas dominicales muestra lo poco que los cristianos de hoy saben sobre apreciar la grandeza del don que consiste en Su Presencia real. La Eucaristía se ha convertido en un mero gesto ceremonial cuando se da por sentado que la cortesía requiere que sea ofrecido en celebraciones familiares o en ocasiones como bodas y funerales a todos los invitados por razones familiares.
La forma en la que la gente simplemente recibe el Santísimo Sacramento en la comunión como algo rutinario muestra que muchos la ven como un gesto puramente ceremonial. Por lo tanto, cuando se piensa en la acción que se requiere primero y primordialmente, es bastante obvio que no necesitamos otra Iglesia con nuestro propio diseño. En vez de ello se requiere, primero que nada, la renovación de la fe en la realidad de que Jesucristo se nos es dado en el Santísimo Sacramento.

En conversaciones con víctimas de pedofilia, me hicieron muy consciente de este requisito primero y fundamental. Una joven que había sido acólita me dijo que el capellán, su superior en el servicio del altar, siempre la introducía al abuso sexual que él cometía con estas palabras:

“Este es mi cuerpo que será entregado por ti”.

Es obvio que esta mujer ya no puede escuchar las palabras de la consagración sin experimentar nuevamente la terrible angustia de los abusos. Sí, tenemos que implorar urgentemente al Señor por su perdón, pero antes que nada tenemos que jurar por Él y pedirle que nos enseñe nuevamente a entender la grandeza de Su sufrimiento y Su sacrificio. Y tenemos que hacer todo lo que podamos para proteger del abuso el don de la Santísima Eucaristía.

(3) Y finalmente, está el Misterio de la Iglesia. La frase con la que Romano Guardini, hace casi 100 años, expresó la esperanza gozosa que había en él y en muchos otros, permanece inolvidable: “Un evento de importancia incalculable ha comenzado, la Iglesia está despertando en las almas”.

Se refería a que la Iglesia ya no era experimentada o percibida simplemente como un sistema externo que entraba en nuestras vidas, como una especie de autoridad, sino que había comenzado a ser percibida como algo presente en el corazón de la gente, como algo no meramente externo sino que nos movía interiormente. Casi 50 años después, al reconsiderar
este proceso y viendo lo que ha estado pasando, me siento tentado a revertir la frase: “La Iglesia está muriendo en las almas”.

De hecho, hoy la Iglesia es vista ampliamente solo como una especie de aparato político.

Se habla de ella casi exclusivamente en categorías políticas y esto se aplica incluso a obispos que formulan su concepción de la Iglesia del mañana casi exclusivamente en términos políticos. La crisis, causada por los muchos casos de abusos de clérigos, nos hace mirar a la Iglesia como algo casi inaceptable que tenemos que tomar en nuestras manos y rediseñar. Pero una Iglesia que se hace a sí misma no puede constituir esperanza.

Jesús mismo comparó la Iglesia a una red de pesca en la que Dios mismo separa los buenos peces de los malos. También hay una parábola de la Iglesia como un campo en el que el buen grano que Dios mismo sembró crece junto a la mala hierba que “un enemigo” secretamente echó en él. De hecho, la mala hierba en el campo de Dios, la Iglesia, son ahora excesivamente visibles y los peces malos en la red también muestran su fortaleza. Sin embargo, el campo es aún el campo de Dios y la red es la red de Dios. Y en todos los tiempos, no solo ha habido mala hierba o peces malos, sino también los sembríos de Dios y los buenos peces. Proclamar ambos con énfasis y de la misma forma no es una manera falsa de apologética, sino un necesario servicio a la Verdad.

En este contexto es necesario referirnos a un importante texto en la Revelación a Juan. El demonio es identificado como el acusador que acusa a nuestros hermanos ante Dios día y noche.

(Ap 12, 10). El Apocalipsis toma entonces un pensamiento que está al centro de la narrativa en el libro de Job (Job 1 y 2, 10; 42:7-16). Allí se dice que el demonio buscaba mostrar que lo correcto en la vida de Job ante Dios era algo meramente externo. Y eso es exactamente lo que el Apocalipsis tiene que decir: el demonio quiere probar que no hay gente correcta, que su corrección solo se muestra en lo externo. Si uno pudiera acercarse, entonces la apariencia de justicia se caería rápidamente.

La narración comienza con una disputa entre Dios y el demonio, en la que Dios se ha referido a Job como un hombre verdaderamente justo. Ahora va a ser usado como un ejemplo para probar quién tiene razón. El demonio pide que se le quiten todas sus posesiones para ver que nada queda de su piedad. Dios le permite que lo haga, tras lo cual Jon actúa positivamente.

Luego el demonio presiona y dice: “¡Piel por piel! Sí, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Sin embargo, extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, verás si no te maldice en tu misma cara». (Job 2,4f).

Entonces Dios le otorga al demonio un segundo turno. También toca la piel de Job y solo le está negado matarlo. Para los cristianos es claro que este Job, que está de pie ante Dios como ejemplo para toda la humanidad, es Jesucristo. En el Apocalipsis el drama de la humanidad nos es presentado en toda su amplitud.

El Dios Creador es confrontado con el demonio que habla a toda la humanidad y a toda la creación. Le habla no solo a Dios, sino y sobre todo a la gente: Miren lo que este Dios ha hecho. Supuestamente una buena creación. En realidad está llena de miseria y disgustos. El desaliento de la creación es en realidad el menosprecio de Dios. Quiere probar que Dios mismo no es bueno y alejarnos de Él.

La oportunidad en la que el Apocalipsis no está hablando aquí es obvia. Hoy, la acusación contra Dios es sobre todo menosprecio de Su Iglesia como algo malo en su totalidad y por lo tanto nos disuade de ella. La idea de una Iglesia mejor, hecha por nosotros mismos, es de hecho una propuesta del demonio, con la que nos quiere alejar del Dios viviente usando una lógica mentirosa en la que fácilmente podemos caer. No, incluso hoy la Iglesia no está hecha solo de malos peces y mala hierba. La Iglesia de Dios también existe hoy, y hoy es ese mismo instrumento a través del cual Dios nos salva.

Es muy importante oponerse con toda la verdad a las mentiras y las medias verdades del demonio: sí, hay pecado y mal en la Iglesia, pero incluso hoy existe la Santa Iglesia, que es indestructible. Además hoy hay mucha gente que humildemente cree, sufre y ama, en quien el Dios verdadero, el Dios amoroso, se muestra a Sí mismo a nosotros. Dios también tiene hoy Sus testigos («martyres») en el mundo. Nosotros solo tenemos que estar vigilantes para verlos y escucharlos.

La palabra mártir está tomada de la ley procesal. En el juicio contra el demonio, Jesucristo es el primer y verdadero testigo de Dios, el primer mártir, que desde entonces ha sido seguido por incontables otros.

El hoy de la Iglesia es más que nunca una Iglesia de mártires y por ello un testimonio del Dios viviente. Si miramos a nuestro alrededor y escuchamos con un corazón atento, podremos hoy encontrar testigos en todos lados, especialmente entre la gente ordinaria, pero también en los altos rangos de la Iglesia, que se alzan por Dios con sus vidas y su sufrimiento. Es una inercia del corazón lo que nos lleva a no desear reconocerlos. Una de las grandes y esenciales tareas de nuestra evangelización es, hasta donde podamos, establecer hábitats de fe y, por encima de todo, encontrar y reconocerlos.

Vivo en una casa, en una pequeña comunidad de personas que descubren tales testimonios del Dios viviente una y otra vez en la vida diaria, y que alegremente me comentan esto. Ver y encontrar a la Iglesia viviente es una tarea maravillosa que nos fortalece y que, una y otra vez, nos hace alegres en nuestra fe.

Al final de mis reflexiones me gustaría agradecer al Papa Francisco por todo lo que hace para mostrarnos siempre la luz de Dios que no ha desaparecido, incluso hoy. ¡Gracias Santo Padre!

Benedicto XVI

Cardenal Daniel Sturla: “Que sepamos descubrir ese don de la creación de Dios que es la complementariedad de los sexos”

El Cardenal Daniel Sturla comenzó su audición semanal del 8 de marzo, celebrando la lucha de tantas mujeres a favor de sus derechos, realizada sobre todo desde el siglo XX y siglo XXI. El derecho a la educación superior, a la participación en la vida pública, al sufragio, a los derechos laborales, a la atención de la situación propia de la mujer madre. Todo eso nos habla de una constancia para lograr aquellos derechos que equiparen en dignidad al hombre y a la mujer. Todo esto para los que tenemos fe, brota también de la creación: cuando Dios creó al hombre, varón y mujer, los creó a su imagen y semejanza; los creó y les dio la libertad, la dignidad que le es propia. Dignidad que luego en el Evangelio Jesucristo reconoce de un modo particular en su delicadeza en el trato con las mujeres.  

Continuó diciendo: …y para la Iglesia esto hoy nos habla de un modo especial. En ese reciente encuentro sobre ese tema tan doloroso que es el de los abusos de menores allá en el Vaticano, en el encuentro de Obispos presidentes de las Conferencias Episcopales, hablaron una periodista mejicana, y una mujer italiana, que dieron discursos muy valientes y concretos, dando indicaciones a los Obispos, denunciando el horror de lo que se había vivido, y dando consejos muy sabios. Y el Papa, después de una de estas intervenciones habló de un modo que sitúa también la perspectiva de la Iglesia Mujer, la Iglesia que habla de sus heridas.  Siguiendo la misma línea de argumentación, luego de citar palabras del Papa Francisco, recordó el impacto que le produjo de joven un audiovisual en que la misma Iglesia, con voz de mujer, narraba su Historia incluyendo los heroísmos y la santidad, pero también los pecados que sus hijos le han infligido.

Más adelante se refirió a la femineidad de la Iglesia, expresada de tantísimas mujeres, pero de un modo especial a partir de aquella que es figura e imagen de la Iglesia, la Santísima Virgen María Madre de Dios: la persona humana de mayor dignidad, aquella que está junto a Dios en cuerpo y alma. Recordó también a tantas mujeres que desde distintas edades y posiciones vivieron y llegaron a la santidad, y son reconocidas como santas por la Iglesia, repasando los nombres y posiciones sociales de algunas de ellas.

Al finalizar expresó su deseo de que en este día de la mujer podamos sentir que esta Iglesia, que es mujer y madre, cuida de sus hijos. Ojalá que esta celebración de este día aquí entre nosotros sea en la paz y en la armonía. Que sepamos descubrir ese don de la creación de Dios que es la complementariedad de los sexos, que son un reflejo del amor y la belleza de un Dios que es comunión de personas diversas unidas en la intimidad del amor divino.

Palabras del Cardenal Daniel Sturla el 8 de marzo de 2019